Dejar de comer grasa no le hará adelgazar

Dejar de comer grasa no le hará adelgazar
  24/09/2018

INÉS ROIG (*)

Tenemos grabado en la mente que las grasas engordan. Sin embargo, puede que no sean tan dañinas como creemos. De hecho, nuestro organismo las necesita y contienen propiedades beneficiosas para nuestra dieta. La grasa es la reserva energética más importante. Metabólicamente es muy eficiente, ya que se necesitan muy pocas se encuentran en carnes grasas, derivados cárnicos grasos y productos procesados, incluyendo la bollería y pastelería.

            Las del segundo grupo corresponden a los aceites vegetales, semillas o frutos secos, repletos de Omega 3. Se ha observado cómo las bajas ingestas de este ácido graso se asocian a un mayor riesgo relativo de Alzhéimer, deterioro de la función cognitiva o incluso la depresión.

            Los lípidos tienen una gran capacidad para saciar. Por ello, cuantos menos comemos, más tendemos a ingerir hidratos de carbono refinados y a ganar peso. Algunos hidratos refinados, se encuentran en alimentos de baja densidad nutricional. Es decir, aportan muchas calorías para los micronutrientes que tienen. Esta mala calidad de los hidratos (existente en bebidas azucaradas, pan de molde, pasteles o cereales) está directamente relacionada con la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

            Entonces, ¿implica esto que comer grasa no engorde? No. La grasa es el nutriente más energético, y su función es, almacenar energía en forma de grasa. Esa grasa puede proceder de la grasa de la dieta, pero también de hidratos que se convierten en grasa, influye la forma en que “la oxidamos”; depende de muchísimos factores. El primero, genético, también del estado de forma física. Por último, influye el tipo de grasa ingerida. La vegetal insaturada (que obtenemos de nueces o aguacates) tiene menor predisposición a su acumulación corporal. Y desempeña otras funciones fisiológicas más positivas en comparación con la grasa saturada, fundamentalmente de origen animal.

            Debemos dejar de lado esta pelea entre los carbohidratos y las grasas a la hora de engordar y pensar en una dieta que se mantenga a largo plazo. No es tan importante si tu dieta tiene más o menos grasa siempre que esta venga de productos como aceite de oliva virgen extra, nueces, pescados azules, etcétera, y no tiene importancia que tu dieta sea más rica en carbohidratos siempre que estos provengan de alimentos como las frutas, las verduras, las legumbres, tubérculos o cereales integrales.

            Finalizando: ni las grasas ni los hidratos son malos en general. Simplemente hay que fijarse en la composición, cuidar la cantidad y evitar los ingredientes de mala calidad, como los productos altamente procesados, aunque sean bajos en grasas o carbohidratos, como la mayonesa light o las galletas sin azúcar, no aportan (al contrario que los alimentos reales) ningún nutriente interesante para nuestra salud.

(*) Farmacia Las Marinas.

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