HLA SAN CARLOS/ Si tienes frío mejor alimentos en estado líquido

HLA SAN CARLOS/ Si tienes frío mejor alimentos en estado líquido
  05/12/2017

 

Con la entrada del frío nos preocupamos por tener a mano ropa que nos cubra de esta sensación, y debemos tener en cuenta que protegernos de las bajas temperaturas también depende de lo que ingerimos, algunas de las costumbres más arraigadas en la cultura popular son completamente falsas o sin fundamento científico. Los consejos de Marian Martín, nutricionista de HLA San Carlos, pueden servirnos de mucha ayuda para saber cómo combatir el frío.

            En comidas y cenas podemos cocinar, por ejemplo, arroces caldosos, sopas, cremas de verduras, potajes de legumbres o guisos de carne. También podemos consumir en desayunos, almuerzos o meriendas infusiones, tés o leche caliente. La comida caliente y la práctica regular de ejercicio físico son una forma natural del organismo para entrar en calor.

            Es importante cubrir las necesidades energéticas y nutricionales durante todo el año, pero más en esta época debido a que el organismo consume más energía para poder producir calor y así aumentar la temperatura corporal. Además es frecuente cuando llega el frío la aparición de resfriados, gripes… por lo que se recomienda aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal como son frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales. Se sabe que especias como la pimienta de Cayena, que podemos añadir en sopas y guisos, aumenta ligeramente el metabolismo.

            Un alimento en estado líquido nos produce mayor sensación de calor que un alimento sólido y esto es debido a que los alimentos en estado líquido mantienen durante más tiempo la temperatura elevada.

            Aunque el alcohol siempre se ha visto como un buen aliado contra el frío, realmente no lo es. Cuando se ingiere alcohol se produce un proceso de vasodilatación, es decir, nuestros vasos sanguíneos se dilatan concentrándose en las zonas exteriores, como la piel que recubre las extremidades, donde se encuentran nuestros termoreceptores, por lo que nuestra sensación será de un aumento de temperatura. Pero esta situación provoca que el interior de nuestro organismo sufra una disminución de la temperatura, aunque no nos demos cuenta ya que nuestra piel se mantiene caliente. Esta disminución, provoca que bajen las defensas naturales del cuerpo frente al frío, que consisten en un estrechamiento de los vasos sanguíneos (vasoconstricción) de la piel para mantener mejor esa temperatura interna. 

            Un plato que nos proporcione calor, no tiene porqué necesariamente ser más calórico, podemos hacer un guiso de legumbres con verduras que no son alimentos muy calóricos y combinarlo con una pieza de fruta como postre. Además debemos tener en cuenta que no sólo debemos fijarnos en las calorías que nos está aportando ese plato, si no que debemos tener en cuenta de qué nutriente proceden dichas calorías.

            Uno de los factores que debemos tener en cuenta, más durante el invierno, es nuestro estado de hidratación. Es habitual que notemos una disminución de nuestra sensación de sed, siendo importante aumentar nuestra ingesta hídrica combinada con este aumento de alimentos como caldos, sopas, cremas que ya nos están aportando líquidos. Uno de los síntomas característicos de los resfriados, gripes, neumonías, enfermedades típicas de épocas frías, es el aumento de la mucosidad, por lo que una buena ingesta hídrica nos ayudaría a eliminarlos o a diluirlos.

            Es importante un aporte adecuado de vitaminas y minerales para prevenir la aparición de estas enfermedades. Podemos conseguirlo aumentando la ingesta de frutas, verduras y hortalizas, podemos consumir por ejemplo una pieza de fruta en el desayuno, a mediana mañana y como postre en la comida. En cuanto a la verdura recomendamos consumir dos raciones al día que pueden cumplirse si incluimos una ensalada de acompañamiento o una crema o sopa de verduras como primer plato tanto en comida como en cena.

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