La orden de demolición de los nichos más antiguos del cementerio de El Verger indigna a los vecinos

La orden de demolición de los nichos más antiguos del cementerio de El Verger indigna a los vecinos
  16/10/2022

El Ayuntamiento anuncia que los restos mortales que no sean reclamados serán trasladados a una fosa común

Los afectados piden una asamblea y que el gobierno local se haga cargo de las inhumaciones y exhumaciones

 

Un total de 319 nichos del cementerio de El Verger, con una antigüedad de más de cien años, van a ser declarados en ruina y, como consecuencia, serán derribados. Los vecinos han recibido la noticia con indignación y exigen que la decisión del Ayuntamiento quede en suspenso. Muchos de ellos fueron adquiridos en propiedad, afirman, por lo que no consideran justo que la adquisición de un nicho nuevo tenga que correr por su cuenta. Tampoco consideran apropiado que los restos que no sean reclamados vayan a parar a una fosa común. Aducen que “parte de la historia del pueblo está en esas lápidas”, donde hay enterrados alcaldes, secretarios y otros protagonistas de la vida municipal. “Preservar sus restos”, añaden, “es preservar nuestra historia”.

            La razón del desmantelamiento anunciado de los tres pabellones del cementerio que se pretende demoler es que su vida útil ha terminado y, debido al mal estado que presentan, no se pueden hacer reparaciones. Según han podido saber los vecinos, un gran número de nichos contienen al menos entre dos y tres cadáveres óseos, por lo que la cantidad de restos mortales afectados podría ascender a más de 600.

La solución que les ha dado el Ayuntamiento es que quienes hagan una reclamación podrán recuperar los restos de sus seres queridos e inhumarlos en un nuevo nicho. Eso sí, con cargo a las familias y para un periodo máximo de 50 años. No se han tenido en cuenta las compras se hicieron en propiedad, como alegan algunos afectados, porque se entiende que esta ha prescrito, si bien los vecinos insisten en que en muchos casos sigue vigente.

            En el plazo de diez días que ha dado el Ayuntamiento a los vecinos para reclamar -a contar desde el momento de la recepción de las notificaciones-, se han presentado un buen número de reclamaciones. Los particulares han recibido las notificaciones con sorpresa y se han movilizado. Hay afectados que todavía no las han recibido y hay muchos casos de vecinos que alegan desconocer el nombre de sus antepasados, y que por tanto no pueden constatar que los restos corresponden a las personas que constan en las lápidas puesto que el ayuntamiento no dispone de registro de entierros anteriores a la década de los sesenta del siglo pasado.

El ayuntamiento ha anunciado que los restos que no sean reclamados serán trasladados a una fosa común, con lo que tampoco están de acuerdo los vecinos. Entre otras cosas porque lo consideran “indigno” y porque “allí no caben”, según indican.

            Los afectados reclaman que se paralice la declaración de ruina de los pabellones y que el ayuntamiento se haga cargo de trasladar todos los restos a un lugar digno y que las exhumaciones e inhumaciones corran por su cuenta. Culpan del deterioro de los nichos a “la falta de mantenimiento” municipal y solicitan explicaciones desde el gobierno local. Es por ello que han pedido la celebración de una asamblea a la que asistan los interesados, afectados y no, los miembros de la corporación y los técnicos municipales.

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