Técnicas para contar cuentos

Técnicas para contar cuentos
  24/02/2020

VERÓNICA MONSONIS (*)

En el último artículo se hablaba sobre importancia y la utilidad de los cuentos para los niños y las niñas, sobre todo a edades tempranas. A lo largo de estas líneas vamos a tratar los diferentes tipos de cuentos que podemos encontrar y como contarlos.

            En primer lugar podemos encontrar cuentos para ser recitados. Se trata de hacer una narración de forma oral en la que participan las palabras, la voz que puede cambiar según el personaje al que interpretamos y los gestos que nos ayudan a enfatizar algunos momentos del cuento. También se puede contar mediante el uso de marionetas como: muñecos y muñecas de trapo, madera, escayola o cualquier otro material. Estos elementos se manejan con las manos, dedos o hilos.

            Otro tipo de cuentos son aquellos que son trasmitidos mediante textos o imágenes. Es decir cuentos para ser leídos. Para 0-3 es recomendable que los textos sean más breves y hacer más uso de imágenes atractivas y llamativas, pues solamente con las imágenes se pueden crear infinidad de historias que se pueden contar siempre de la misma forma, o bien añadir cada vez algún matiz diferente. Hay que tener en cuenta que la repetición y el saber que va a ocurrir es algo que a nuestros niños y niñas les encanta ya que esto les permite poder participar de forma activa del cuento.

            También podemos encontrar cuentos vivenciales. Son aquellos en los que contamos con la globoflexia, papiroflexia, reflectantes, etc. Se trata de hacer figuras con papel o bien, si somos hábiles, con los globos. Esta técnica es muy empleada por los cuentacuentos para mantener la atención de los más pequeños en todo momento. Los cuentos reflectantes son aquellos que están creados para ser contados con las luces apagadas. Se trata de cuentos muy llamativos por la forma de contarlos, ya que no es la forma habitual de hacerlo así como por el colorido que poseen.

            Por último, existen los cuentos creativos. Son aquellos que se van creando poco a poco como por ejemplo el libro viajero. Este tipo de cuento lo conocemos bien en los centros de educación infantil. Se trata de crear un cuento a partir de las diferentes vivencias de cada uno de nosotros que en algún momento somos protagonistas de la historia, nuestra propia historia. Este tipo de cuento al igual que los anteriores también se puede emplear en edades más avanzadas ya que se puede contar una historia a partir de una serie de palabras elegidas por el niño/a o ir modificando según el estado de ánimo.

            Además de conocer los diferentes tipos de cuento que podemos encontrar y podemos emplear para compartir una actividad en familia, también tenemos que tener en cuenta que es importante captar su atención desde el principio y ponerles en situación, por ejemplo, cantando una canción que siempre utilizaremos para que el niño/a asocie que el momento del cuento empieza a partir de ese momento y ha de estar atento a lo que va a suceder. Utilizar un rincón de nuestra casa para dedicarlo a este momento en el que encontremos todos los cuentos y materiales para contarlos también nos puede ser de utilidad.

            Otra de las cosas a tener en cuenta antes de contar un cuento es que ha de estar adaptado a la edad de los oyentes. Es trascendente que el cuento elegido  nos guste de verdad previamente a nosotros, que nos transmita o nos sintamos identificados con él. Cuantas más veces lo contemos o lo ensayemos mejor nos saldrá e interiorizaremos mejor la historia y la cronología de los pasajes. (Nos podemos hacer un guion con los puntos principales). Hay que tener presente la interpretación de los diferentes personajes mediante nuestra voz cambiando el timbre y la entonación según al personaje que estemos interpretando. Si en algún momento vemos que perdemos la atención del niño/a podemos invitarlos a intervenir. Preguntándoles que va a ocurrir a continuación o mediante onomatopeyas (¿cómo se cierra la puerta? Por ejemplo.) Hay que escuchar y valorar sus sentimientos. Cuando se sienten escuchados, se sienten reconocidos desde su capacidad de expresarse a través de los diferentes códigos que maneja. De este modo genera confianza en sí mismo.

            Para finalizar recordemos que para leer un cuento a un niño/a es muy importante que no tengamos prisa, con las prisas se pierde el sentido de nuestros actos. El niño/a no comprenderá  lo que estamos contando y se aburrirá.

(*) Psicóloga. Máster en Psicología Clínica y especializada en Educación Emocional y en Atención Temprana. Artículo en colaboración con Daniel Rojas Ivars.

<<< Volver a la portada