Mercados artesanos

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  21/08/2021

¿Eres de los que les gusta comprar en los mercados artesanos? En verano, el día largo y la noche cálida invitan a salir a la calle. Son muchos los municipios que montan puestos de artesanía en los que comprar buenos y originales complementos o quizás un detalle para la vuelta de las vacaciones. En Dénia, en Els Magazinos, montan mercado artesano los martes, miércoles, jueves y domingo por la tarde con una oferta variada, original y poco repetitiva. Alineado con el concepto de mercado de un mundo mejor, los puestos de artesanía del mercado gastronómico de Dénia, situado en el corazón de Baix la Mar, invitan a disfrutar de los valores más mediterráneos amparados en conceptos como la sostenibilidad, el reciclaje, la naturaleza o la economía circular.

El mercado artesano de Els Magazinos abre sus puertas de 18 a 23 horas con productos de proximidad. La renovación de puestos es continua, de modo que la oferta va cambiando también de un día para otro. Más de 300 artesanos forman ya parte de la base de datos de una iniciativa que se puso en marcha hace ya más de dos años y en la que se valoran la calidad y la originalidad. No todo es 100% hecho a mano, pero sí que se prima la mínima intervención. Podemos encontrar artículos reciclados, como las prendas second hand de La buena estrella, que ofrece también ropa y complementos vintage que quedaron en stock y que nunca habían salido a la venta. Han sido rescatados por Estrella para por ponerlos en circulación, quien los restaura o les da un aire nuevo para darles una segunda vida. Ella te da además consejos sobre qué hacer con la ropa antigua. ¡Ah! Y si eres un apasionado del sween o del lindy hop, estás en buenas manos.

Si lo que buscamos son ornamentos, tendremos mucho donde elegir. Javi, de Ocean’s platería, volvía esta semana al mercado de Els Magazinos con su amplia oferta de joyas en plata y montajes con piedras. En su puesto son los anillos y los aritos pequeños los que triunfan. Procedente de Valencia, se muestra satisfecho de encontrar en Dénia un público afable que busca, sobre todo, artículos para uso personal. Por cierto, algunas piezas son de diseño propio.

Maite y Mari Carmen, dos asiduas al mercado de Els Magazinos, venden unos originales pendientes de polipiel de colores divertidos que ellas mismas hacen a mano. Montan otras piezas, como medallas, collares y pulseras, y trabajan también con minerales y acero. Empezaron con piezas de decoración, hechas con hierro y cemento, material este último que también emplean en algunos pendientes. El nombre de su negocio, Caragola, lo tomaron prestado de un apodo familiar y encierra algo más que un sentimiento. Es el apodo de la bisabuela de Maite, una mujer emprendedora -como ellas- que vivió en Baix la Mar y que montó la primera tienda de ultramarinos del barrio, se dedicó a comprar y vender pescado yendo en carro de un lado para otra y después a crió cabras y vendió su leche para ganarse el pan. María, como se llamaba, lo hizo todo con el apoyo de su marido, quien creyó en ella como los clientes de la nueva generación de caragoles creen en el valor de sus productos. Dicen que este año los mejores son los franceses, aunque también compran mucho los alemanes y los valencianos, y que valoran mucho que el producto esté hecho a mano.

En el mercado artesano también hay espacio para los más pequeños. Esta semana, sin ir más lejos, montaba el puesto de ropa de niños Akirecrea. Prácticamente todas las prendas que ofrece Erika son de algodón y tejidos orgánicos certificados. Ella es costurera y, además de reutilizar, ofrece unas creaciones muy originales. Nos quedamos con dos, por aquello de que son diferentes. Unos magníficos pantalones evolutivos que crecen al ritmo del bebé y, por tanto, se pueden aprovechar durante mucho tiempo. Y unas pizarras enrollables que se pueden llevar perfectamente en el carro para tener al niño o la niña entretenidos pintando con sus tizas mientras van de paseo por la calle. Es, como ella dice, la alternativa perfecta a la pantalla.

Cerramos nuestra visita al mercado de esta semana con Rebeca, la sabonera de Finestrat. En su puesto encontramos jabones y cosmética con olores de la naturaleza, que nos son cercanos y por supuesto muy mediterráneos. La base principal de sus jabones es el aceite de oliva, el que elabora la familia, y todos sus productos son naturales. Utiliza aceites esenciales -¡nada de productos químicos para obtener el perfume!- y recurre a las hierbas de los montes más próximos, la miel y el cacao, por ejemplo, para sus elaboraciones. En su puesto igual podemos encontrar un jabón, que una barra de masaje, un exfoliante o un champú. Hay productos para veganos, cada vez con mayor demanda, en los que por ejemplo sustituye la cera de abeja por cera de soja. Y también esponjas vegetales de luffa.

El jabón de lavanda y limón es un clásico; el de mayor éxito, el de caléndula, para todo tipo de piel, pero también el de carbón activado, que va muy bien con el uso de las mascarillas por sus efectos refrescante, desintoxicante y tonificante. La lista de ingredientes utilizados es muy larga -naranja sanguina, romero, leche de cabra, cúrcuma, trufa, granada de Elche, manzanilla de la Serra d’Aitana…- y el resultado, producto de proximidad, natural y que no genera residuos. ¿Quién de más?

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