ÁNGEL SERRANO ZURITA/ El principio del fin de la “chamborotonda” de Joan Fuster (*)

Ya están en marcha las obras del que probablemente sea el proyecto más esperado del gobierno municipal: la rotonda de la avenida Joan Fuster con calle Diana. La glorieta viene a paliar un grave problema de tráfico de la zona y nace con la ambición de convertirla en la ronda Sur de la ciudad.

            Junto a la tranviarización del trenet a su paso por nuestra dianium, esta construcción dará lugar a un gran cambio en nuestro modo de ver, entender e, incluso, imaginar el futuro de nuestra ciudad, eliminando una barrera arquitectónica que la divide, aún hoy, en dos mitades. No lo hará del todo, pues el tren seguirá siendo tren y no un tranvía, a pesar de reducir su velocidad de paso, y su peso obligará a mantener el muro que separa la calzada de las vías, aunque veremos reducido su tamaño.

            También se modificará el sentido del tráfico a ambos lados de la avenida, por lo que la modificación amenaza con convertirse en una revolución y, como todas las revoluciones, acarreará desconfianza y el miedo. Con total seguridad, este cambio traerá consigo una dosis alta de polémica y generará opiniones para todos los gustos. Ante ello, los dianenses debemos ejercitar la cabalidad, que tantas veces dejamos de lado para dar paso a nuestra visceralidad natural, tener paciencia y tener confianza en que todo saldrá bien.

(*) Periodista.