Obesidad, la epidemia del siglo XXI

Obesidad, la epidemia del siglo XXI
  04/04/2021
“Tener obesidad durante la niñez es un factor de riesgo determinante para padecerla en la edad adulta”

Por Estefanía Ribes Gilabert

La obesidad es una enfermedad crónica de etiología multifactorial en la que están implicados factores ambientales, malos hábitos, sedentarismo, alteración del sueño, falta de descanso, factores neuroendocrinos, factores socioculturales, educación, nivel socioeconómico, hambre emocional, lesiones, tipo de trabajo (70%) y genéticos (30%).
En los últimos años, la sociedad ha presentado un empeoramiento en los hábitos alimentarios y un incremento del sedentarismo, lo que se ha traducido en un aumento del sobrepeso y obesidad. Convirtiéndose en un problema de salud pública global.
Tener obesidad durante la niñez es un factor de riesgo determinante para padecerla en la edad adulta, pues es durante esta etapa cuando se establecen los hábitos alimentarios que perdurarán hasta la edad adulta.
“Vale la pena prevenir que curar”.
La prevención en la infancia es la mejor solución, es el momento óptimo para fomentar la alimentación saludable. 
Debemos cambiar el “chip” y evitar conductas que promueven la obesidad en los niñ@s como:
1.    Premiar, castigar o chantajear con comida, productos fruitivos.
2.    Obligar a comer y a que se terminen la comida.
3.    Utilizar la comida como método de distracción.
4.    Fomentar que coma mal.
a.    “No pasa nada... está creciendo!”
b.    “No pasa nada... es un niño, que disfrute!”
c.    “No pasa nada... está flaco y no engorda, que coma lo que quiera!”
d.    “No pasa nada... que coma galletas, que sino no come nada!”.
5.    Dar mal ejemplo.
6.    Disponer en casa de productos ultra procesados malsanos.
7.    Dejarse guiar por los anuncios de productos para niños.
8.    No fomentar la actividad física y dejar que esté todo el día conectado a aparatos tecnológicos. 
Ya en la edad adulta, tengamos o no problemas de sobrepeso u obesidad, todos debemos esforzarnos para tener buenos hábitos alimenticios y estilo de vida saludable para prevenir, mejorar y disminuir riesgo de padecer o agravar enfermedades como; diabetes tipo II, enfermedades coronarias, dislipemias, hipertensión, osteoartrititis, problemas de fertilidad, enfermedades inflamatorias, etc. ¿No son pocas, verdad?
Como dato tenemos que el 25 % de la población española sufre obesidad o tiene problemas de sobrepeso. Causando ya 131.000 muertes al año en nuestro país. Y ahora con el covida-19, además de tener más riesgo de contagio, su pronóstico empeora sensiblemente y el riesgo de mortalidad es superior.
Aunque es cierto que nuestro entorno no ayude a tener buenos hábitos, debemos ser persistentes y no caer en “si no puedes contra el enemigo únete a él”. No, todo lo contrario, “tú puedes y tú debes esforzarte” y es fácil si empezamos con pequeños cambios, al poco te sentirás mucho mejor. Si no puedes que no te sepa mal contar con un profesional. Nosotros, el dietista-nutricionista no pone a régimen. Escuchamos, valoramos y adaptamos una planificación alimentaria a tus circunstancias para que mejore tu alimentación, no establecemos dieta estricta y restrictiva.
Seguro que conoces estos tópicos:
1.    Un día es un día
2.    De algo nos tenemos que morir
3.    Cuando se termine se ha terminado
4.    Por un poco no pasa nada
5.    Yo en dos días lo pierdo todo
6.    Si hago abuso de la comida o me doy un atracón luego no como y ya está.
7.    Come lo que quieras que tú te lo puedes permitir.
8.    Una copa no hace nada
9.    Con pastillas o diuréticos bajaré mi peso de forma rápida.
10.    El lunes o mañana empiezo a dieta.
11.    Sí, la teoría me la sé.
¿Clichés inofensivos? ¡Para nada! Tienen repercusión negativa sobre nosotros porque los creemos, nos quedamos en paz con nosotros mismos, y lo olvidamos, puesto que un día no es un día ¡es uno tras otro! Que nunca es una copa ¡es una botella!... Así que seamos más conscientes, no pongamos la salud a prueba, no demos por hecho que sabemos… ¡Y actuemos!
Otros consejos a tener en cuenta:
1.    Empezar a tomar nota de lo que comemos, para ir quitando productos ultra procesados malsanos.
2.    Mejorar la lista de la compra. ¿Te has fijado si tu carro de la compra está compuesto a base de alimentos frescos (verdura, fruta, legumbres, arroz y pasta integral, frutos secos, huevos, lácteos o bebidas vegetales sin azúcar, pescado y carne magra)?
3.    Invertir más tiempo y esfuerzo en los platos principales y no en recrearte en el picoteo. 
4.    Fijarse y dejarse influenciar por los que tienen buen estilo de vida y no compararte con los que lo hacen peor.
5.    Mantenerse activo.
6.    Cuidar la salud mental y controlar el estrés.
7.    Procurar tener buena calidad del sueño.
8.    Pensar que mimarse o darse placer es aquello que realmente favorece la salud y bienestar y no aquello que da placer en el momento pero que luego repercute negativamente en tu salud.

Recuerda que invertir en salud no es tirar el dinero ni tiempo, sino ganar calidad de vida, bienestar y felicidad. 

•    Dietista-Nutricionista y Licenciada en Tecnología de Alimentos
Colegiada número: CV00692
www.estefaniaribes.com
on@estefaniaribes.com

 

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