Tecnodolencias
??INÉS ROIG (*)
Los avances tecnológicos siempre tienen sus repercusiones en la humanidad. Suelen aparecer dolencias, más que enfermedades, y en ocasiones han sido cómicas las situaciones causadas por las nuevas costumbres y las nuevas formas de vivir. Ese fue el caso de la tarjetitas en la América de los años 70, definida como un dolor en la zona glútea ocasionado por la presión de las billeteras llenas de tarjetas de crédito en el bolsillo, o la epilepsia fotosensible asociada a las primeras videoconsolas.
Según los especialistas, ahora son pocos los que van a escapar del síndrome del túnel carpiano, de la tendinitis en los dedos de las manos, del síndrome de la pantalla visual y del síndrome de hipersensibilidad electromagnética. Las nuevas costumbres pueden suponer la aparición de cuadros patológicos derivados, ya sea de movimientos repetidos, o de malas posturas mantenidas.
Pero ¿a qué se refieren todos estos términos? Si comenzamos por la vista, lo primero que nos encontramos son problemas de...
Parpadeo. Delante de la pantalla, el parpadeo es menos frecuente por el alto nivel de concentración. Diminuye la frecuencia de parpadeo, y puede producirse sequedad ocular.
Síndrome de la pantalla visual. A la manifestación del estrés o sobrecarga del sistema visual se le denomina síndrome de la pantalla visual. Es una combinación de sequedad por disminución de parpadeo, lo que puede estar asociado con queratitis e irritación de la superficie ocular. El uso de una graduación inadecuada o no usar lentes correctoras a pesar de estar indicadas, produce fatiga que también aumenta la posibilidad de sufrir blefaritis. La combinación de estos factores da lugar a síntomas de deslumbramiento, cansancio, irritación ocular, pesadez de lo párpados, dolores de cabeza y bajada de rendimiento.
Nomofobia. Este término define el miedo o angustia que sufre un individuo al sentirse desprotegido cuando no dispone de su teléfono móvil o previene una disfunción del mismo.
Síndrome de hipersensibilidad electromagnética (EHS). La EHS forma parte de un grupo de dolencias relacionada con la susceptibilidad especial de algunos individuos a la exposición a campos electromagnéticos: antenas de telefonía móvil, routers, wifi, etc. Los síntomas son dispersos: cansancio, dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad y se intensifican al acercarse a cualquier dispositivo que emita campos eléctricos, mejorando al apartare de ellos.
Síndrome del túnel carpiano. El uso de ratones no ergonómicos mantiene la musculatura extensora de la muñeca y de los dedos en tensión constante. Esta tensión puede llevar a la inflamación de la inserción de estos músculos en el codo, la cual se denomina popularmente “codo de tenista”. El uso mantenido y repetitivo de los dedos, por ejemplo a la hora de escribir en el ordenador, puede hacer que la membrana que recubre los tendones se haga más voluminosa y comprima así el nervio, lo que provoca una sensación de acorchamiento en los dedos.
¿Mutaciones? Las nuevas tecnologías han producido una adaptación física en los pulgares de los menores de 25 años, haciéndolos más ágiles y con mayor musculatura que la de sus padres. Esto se debe al tecleo continuado en dispositivos móviles. ¿El perjudicado en este nuevo estado evolutivo? El meñique: un 20% de los humanos ya no puede flexionarlo por completo.
Son las dolencias del siglo XXI, las que han nacido en la era de la informática y de los gadgets. Son las tecnodolencias.
(*) Farmacéutica