100 imágenes para reconstruir una época
El archivo gráfico de la República y la Guerra del 36 reunirá fotografías inéditas y nos acercará a una Dénia desdibujada
El proyecto puesto en marcha por el Museo Arqueológico de Dénia incluye otra ambiciosa actuación: la creación de un archivo gráfico de la República y la Guerra del 36. El archivo incluirá imágenes inéditas y pretende alcanzar las 100 fotografías. Algunas ya se conocen, pero un buen número formaban parte de álbumes familiares o dormían en el cajón de los recuerdos de particulares que ahora han accedido a que vean la luz. Son fotografías tomadas entre los años 1931 y 1939 que pueden ayudarnos a conocer un poco más un periodo importante de nuestra historia más inmediata. Ellas nos permitirán hacer el retrato de una época un tanto desdibujada. Muchos de los vestigios de aquella Dénia republicana y de aquella contienda bélica han desaparecido y no se conservan apenas imágenes, a diferencia de lo que ocurre con las dos primeras décadas del siglo XX.
Para la elaboración del archivo gráfico se contará con fotografías de los fondos del Museo Etnológico de Dénia pero también con fotografías que han sido prestadas por particulares para su digitalización y conservación con buena resolución. Entre ellas, como indica Josep A. Gisbert, director del museo, “fotografías inéditas maravillosas”. Cita una imagen del Ayuntamiento de Dénia con la bandera republicana ondeando que recuerda a la conocida de la quema de los retratos de los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII pintados por Domingo Llorens; la foto de un acto de homenaje a la vejez, tomada en Marqués de Campo, en la que políticos y falleras posan con los ancianos ante el balcón de un edificio adornado con la bandera de la República; o aquellas que hacen referencia a la celebración de una llamada Fiesta de la Flor o de los carnavales.
Las fotografías nos dan también información sobre la arquitectura de la época, nos permiten comparar con la actualidad y detectar los cambios que ha experimentado el patrimonio. Gentileza de Inmaculada Navarro Morales es otra fotografía realizada frente a la fachada del Hotel Comercio, conocedor de todo cuanto ha acaecido en Dénia desde que abrió sus puertas en 1888. Frente a la puerta del establecimiento fue retratado al volante de su coche Albino Carrió Oliver, fallecido en 1933. Abogado de profesión, estaba casado con Irene Romany y fue concejal de la República. Junto a él aparecen varios personajes de la época y al fondo se ven perfectamente los magníficos azulejos que todavía adornan la fachada del Comercio, si bien la cartelería actual hace que el aspecto de esta última sea bastante diferente.
Gisbert cita dos libros de la historiadora de Pedreguer Teresa Ballester -La Segona República a la Marina Alta y La Segona República a Dénia- que recogen importante material gráfico sobre la época. Incluye imágenes cedidas en su día por el Archivo Municipal y el Museo Etnológico de Dénia, y entre ellas un buen número de postales digitalizadas. Desde entonces hasta ahora, añade, ha habido un escaso proceso de digitalización de material sobre la época.
Si bien el trabajo de Teresa Ballester permitió descubrir muchas fotografías desconocidas hasta entonces, subraya Gisbert, el libro fundamental para la difusión de la memoria gráfica de la República fue anterior. Se trata de Dénia.1881-1980, publicado a principios de los años 80 “gracias a la pericia absoluta de Pep Romany y Emilio Oliver Sanz de Bremond”, destaca el director del museo.
Fundamentales son también las fotografías del estudio Loty, pertenecientes al Ministerio de Cultura, y las postales del fotógrafo francés establecido en Barcelona Lucien Roisin sobre los primeros años de la República. Antonio Passaporte, que trabajó para Loty como experto en fotografías de monumentos y paisajes y después fue fotógrafo de guerra, reúne unas 52 fotografías “magníficas” sobre la Dénia de la época que harían posible aquello de establecer un antes y un después “con resultados sorprendentes”, como precisa el impulsor de este nuevo proyecto de recuperación de la memoria gráfica de los años 30.
La colaboración vecinal es fundamental para recuperar le memoria dormida de la ciudad. Sacar a la luz fotografías inéditas como las de la fábrica de juguetes de Vicente Fons, situada en la entonces calle Méndez Núñez (Fora Mur), abre las puertas a recabar nueva información sobre los juguetes de su producción y los personajes relacionados con su actividad. Fue una fábrica pequeña cuyo propietario se estableció después en Valencia, pero es el pretexto perfecto para hablar, por ejemplo, de la colectivización de las fábricas de juguetes durante la guerra para la fabricación de armamento.
Josep A. Gisbert anima a todas aquellas personas que tengan fotografías anteriores a 1960 a que las cedan para su digitalización a fin de mantener viva la memoria en imágenes de la ciudad. Una buena fórmula para preservar la identidad sin perder de vista los orígenes.