Amigos de Dénia celebra sus primeros 25 años al servicio de los demás
Un acto en el CDT reúne a socios, ex presidentas y representantes de asociaciones y del Ayuntamiento
J.V. BOLTA
Si buscamos en la Wikipedia el significado de tienda de caridad, nos explica que son “un tiempo de empresa social, que suelen contar con voluntarios y venden principalmente productos usados, como ropa, libros, álbumes de música, DVD y muebles donados por miembros de público”. Esta definición se ajusta al establecimiento que desde 1996 regenta la asociación Amigos de Dénia. Pero, en su caso, hay algo más.
Las personas voluntarias (principalmente residentes extranjeros de diez nacionalidades) son como una gran familia, unida por su afán de ayudar a los demás.
A todos les mueve su afán por dedicar una parte de su tiempo libre a una actividad benéfica que les resulta gratificante. Es una costumbre extendida en otros países, que Amigos de Dénia implantó en la comarca, cuando las Charity Shops no existían.
La historia de Amigos de Dénia se ha ido contando en las páginas de CANFALI MARINA ALTA, como se comprobó en el video proyectado este jueves en el salón de actos del CDT. Allí se realizó la merecida celebración de los 25 años de Amigos de Dénia, aunque con un poco de retraso, porque la entidad ha cumplido los 26. Los titulares del periódico dejaban constancia de los actos de entrega de dinero, material o alimentos para numerosas asociaciones o entidades públicas. Es el caso del Hospital La Pedrera, la residencia de ancianos Santa Lucía, los servicios sociales del Ayuntamiento de Dénia, el comedor de Extiende tu Mano o la Cruz Roja, por citar algunos ejemplos.
El acto de celebración tuvo un punto de nostalgia. En las primeras filas se encontraban varias ex presidentas de Amigos de Dénia, como Bea Watmough, que hizo una emotiva intervención, en la que destacó la generosidad que han demostrado los ciudadanos durante este tiempo. “La gente de Dénia es muy generosa”, afirmó. Antes de empezar el acto, en conversación con este periódico, recordaba que ella se incorporó a la asociación desde el primer momento, un año después de su llegada a España procedente de Inglaterra. La tienda estaba en la calle La Mar y, según afirma, era algo pequeña y oscura. Por eso, el traslado al Passeig del Saladar fue un salto cualitativo. En 2014, y bajo la presidencia de Mona Zingraff, se produjo la ampliación para tener el suficiente espacio. Las donaciones de prendas de vestir, libros y muebles por parte de particulares iban en aumento. Pero, años después, se decidió el traslado a un local muy próximo, que ya se ha quedado pequeño. Por eso, se busca uno nuevo.
Guillermina Colino, actual presidente, afirmó que Amigos de Dénia tiene un carácter ecológico, porque contribuye a dar una segunda vida y a reciclar lo que otros no quieren. En lugar de tirarlo al contenedor, la ropa o los muebles se ponen a la venta y el dinero obtenido se destina a obras sociales.
Las asociaciones que reciben las ayudas, que también estuvieron presentes en la celebración, agradecieron públicamente la labor de Amigos de Dénia. Entre otros, hablaron Vicenta Bixquert, de Amunt Contra el Cáncer; Eduardo de la Morena, presidente de la Cruz Roja, y miembros de Condenados al Bordillo y Amadem.
Pocas personas quedan de los primeros tiempos. Una de ellas es Rosalie Kahr, que tuvo un protagonismo especial en el acto de celebración y se encargó de resumir la evolución de una organización benéfica. Como el resto de la sociedad, Amigos de Dénia se vio afectada por la pandemia y sus actividades se paralizaron. Desde hace un año, se ha recuperado el ritmo y la ilusión por seguir trabajando de forma totalmente altruista.
Y, estando en las instalaciones del CDT, era una buena ocasión para que los alumnos sirvieran un tentempié. Porque ya se sabe que las celebraciones no son lo mismo sin un canapé o una copa de vino.