Día Mundial del Ictus: el conocimiento de los síntomas es clave para la prevención y una respuesta temprana
Una actuación rápida y temprana es fundamental en una enfermedad como el ictus.
Con motivo del Día Mundial del Ictus, la Sociedad Española de Neurología (SEN) recuerda la importancia de concienciar a la población sobre la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento eficaz del ictus, una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo. Cada 29 de octubre, el Día Mundial del Ictus, ofrece una oportunidad crucial para resaltar los avances neurológicos en el tratamiento de esta grave patología, subrayando la importancia de la prevención y la atención especializada.
El ictus afecta cada año a más de 15 millones de personas en el mundo, causando cerca de 5 millones de muertes y dejando a otros 5 millones con discapacidades permanentes. En España, se estima que 120.000 personas sufren un ictus al año, lo que representa la segunda causa de muerte en nuestro país y la primera en mujeres.
La Dra. Carolina Guillén, especialista en neurología subraya, “que el 80% de los ictus se pueden prevenir mediante cambios en los estilos de vida, un mejor control de los factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol elevado, la diabetes, el tabaquismo y la obesidad. Además, la identificación y el tratamiento de patologías como la fibrilación auricular también son claves en la prevención de enfermedades cerebrovasculares”.
En los últimos años, la neurología ha logrado grandes avances en el tratamiento del ictus, mejorando significativamente el pronóstico de los pacientes. El tratamiento trombolítico intravenoso y la trombectomía mecánica han demostrado ser altamente eficaces en los casos de ictus isquémico, que representan el 85% de todos los ictus. Dichos tratamientos, aplicados en las primeras horas tras el inicio de los síntomas, pueden reducir drásticamente las secuelas.
Sin embargo, el acceso rápido a estos tratamientos depende de una respuesta temprana por parte del paciente y de su entorno. Por este motivo, la Sociedad Española de Neurología (SEN) insiste en la importancia de promover el conocimiento de los síntomas del ictus: pérdida súbita de fuerza en la cara, inmovilidad en el brazo o en la pierna de un lado del cuerpo, dificultad para hablar o entender a los que hablan, problemas visuales repentinos y mareo o pérdida de equilibrio.
Aproximadamente el 30% de los supervivientes de un ictus queda con algún tipo de discapacidad, siendo de vital importancia los programas de rehabilitación intensiva, diseñados para mejorar la movilidad, el habla y otras funciones afectadas por el daño cerebral.
“El ictus sigue siendo un desafío que requiere un enfoque multidisciplinario. Por ello la Sociedad Española de Neurología (SEN) refuerza la necesidad de continuar invirtiendo en investigación neurológica con el fin de mejorar la prevención, los tratamientos y la rehabilitación. El desarrollo de técnicas de neuroimagen avanzadas, la identificación de nuevos biomarcadores y los estudios sobre los factores genéticos del ictus son áreas con un gran potencial que podrían transformar el panorama del manejo de esta patología”, explica la Dra. Carolina Guillén.
En definitiva, debemos de tomar conciencia sobre la prevención de esta enfermedad, reconocer la importancia de un diagnóstico temprano y actuar de manera urgente ante los primeros síntomas. Gracias a los avances en neurología, hoy más que nunca, el ictus es tratable y sus secuelas pueden reducirse significativamente. Sin embargo, el tiempo sigue siendo un factor decisivo.