El Museu de la Mar saca a la luz los tesoros de la Dénia marinera

El 90% de las piezas que se exponen no habían sido nunca exhibidas

La sala audiovisual albergará exposiciones temáticas que se irán renovando

Dos mil seiscientos años de vínculos con el mar dan para mucho. En Dénia se respira olor a yodo y a sal. Su historia está estrechamente ligada al desarrollo de su puerto y a la actividad pesquera. Tiene además una importante oferta náutica y presume de una reconocida gastronomía con raíces marineras. Desde esta tarde de viernes puede presumir también de un espacio donde entender mejor la manera de ser de sus gentes, un lugar en el que se funden presente y pasado: el anhelado Museu de la Mar. Allí se exhiben los tesoros escondidos de una ciudad abierta y acogedora que, por fin, se atreve a mirar de frente a quien tanto le ha dado y a quien tanto debe. Era una deuda que tenía que saldar. Y lo hace desde un edificio emblemático que vuelve a cobrar vida, la antigua lonja.

            El 90% de las piezas que se exhiben en el Museu de la Mar no habían sido expuestas anteriormente. Se trata de material que estaba almacenado por falta de instalaciones. “No ha sido necesario desmantelar ninguna vitrina ni trasladar ninguna pieza del Museu Arqueològic o del Museu Etnològic”, explica el arqueólogo municipal, Josep Gisbert, quien subraya que por el volumen de donaciones y de material “era imprescindible tener una oferta museográfica orientada al mar” dirigida al gran público. Todo lo que se exhibe son “tesoros” reunidos desde 1957 (cuando se puso en marcha el museo arqueológico) y a partir de 1991 (cuando abrió sus puertas el etnológico). De ahí, precisa, que la exposición permanente lleve el nombre de Tresors de la Mar de Dénia.