El uso excesivo de las pantallas en la infancia y la adolescencia favorece los trastornos neuronales
El Departamento de Salud de Dénia se ha unido al Plan Digital Familiar, promovido por la Sociedad Española de Pediatría y ha alertado sobre el aumento exponencial de problemas del neurodesarrollo entre la población infantil y adolescente debido al abuso en el consumo de tecnologías a edades muy tempranas. Estas alteraciones están provocando problemas de autismo y TDAH o trastornos psiquiátricos, del aprendizaje y la cognición, del comportamiento, la regulación emocional, el lenguaje o del sueño, ya que la luz azul emitida por las pantallas interfiere en la producción de melatonina y dificulta por tanto el descanso.
María Luisa Lucas, pediatra de la Zona Básica de Xàbia, asegura que la situación se ha agravado a raíz de la pandemia. Los casos de autismo han aumentado exponencialmente, ya que antes del COVID había identificado alrededor de un caso por cada mil pacientes con trastornos del neurodesarrollo, frente a la treintena que se contabilizan ahora.
Para la doctora Lucas es fundamental abordar el uso correcto de la digitalización, en especial el consumo de redes sociales sin filtros y minimizar los efectos negativos en el desarrollo físico, mental y social de los menores. "La digitalización ha traído avances, pero su uso sin control afecta a la salud de los menores. Es fundamental que las familias establezcan normas claras y fomenten un equilibrio entre el mundo digital y el real", explica Lucas.
Los especialistas aconsejan hacer un uso adecuado de la tecnología y crear espacios libres de pantallas y promover el ejercicio físico. El sedentarismo asociado al uso de dispositivos incrementa el riesgo de obesidad infantil, ya que pasar horas frente a pantallas reduce la actividad física y fomenta hábitos poco saludables.
La ansiedad, la impulsividad y la menor capacidad de atención son otros efectos de la sobreexposición a contenidos digitales, que puede además influir en la aceptación de conductas de riesgo, especialmente en adolescentes.
También han aumentado los problemas visuales (fatiga ocular, miopía, enrojecimiento, picor y lagrimeo). "La regla del 20/20/20 es una estrategia sencilla que puede ayudar a reducir la fatiga visual. Consiste en que, cada 20 minutos de uso de pantallas, el niño desvíe la mirada a un objeto lejano durante 20 segundos", recomienda Lucas.
Límites de tiempo
Entre las principales estrategias para un uso responsable de las pantallas figuran establecer límites de tiempo según la edad, evitando pantallas en menores de 6 años, menos de una hora diaria para niños de 7 a 12 años y un máximo de dos horas en adolescentes de 13 a 16 años, incluyendo deberes escolares.
Los especialistas insisten en olvidar las pantallas en lugares como el dormitorio, el baño o el momento de la comida, supervisar el contenido digital y fomentar el pensamiento crítico y la empatía digital en los menores. "El control parental no es solo una cuestión técnica”, subraya la pediatra, “es fundamental que los adultos acompañen a los menores en su experiencia digital y les ayuden a gestionar los contenidos a los que acceden", afirma.
El Departamento de Salud de Dénia distribuirá materiales informativos en todos los centros de salud de la comarca sobre el riesgo del mal uso de las pantallas.