Grupo El Raset, paradigma de la cultura del esfuerzo
Casa meua és Casa Teua nos invita a conocer a una familia hostelera que ha hecho del trabajo y la confianza las herramientas para ampliar y diversificar el negocio
Hay quienes creen que la suerte llama un día a tu puerta y te arregla la vida. Otros tienen el convencimiento de que aquello a lo que aspiras te lo has de ganar a base de trabajo, entrega y dedicación. Felipe González Romo pertenece a este último grupo, al de los que saben que para llegar a algún sitio hay que esforzarse y no decaer. Grupo El Raset Restauración es un ejemplo de ello, fruto de años de lucha, aprendizaje, persistencia y profesionalización. Dos ingredientes más han convertido a la saga de los González García en referente de la hostelería en Dénia: la adaptación a los cambios y la visión de futuro, algo que, como casi todo, deben al patriarca de la familia. Casa Meua és Casa Teua, el programa con el que Els Magazinos -junto a Cervezas Turia- homenajea a las familias y restaurantes históricos, hace un alto en el camino en El Raset Restaurant para disfrutar de su cocina y reconocer la labor de una familia entregada a la restauración.
Felipe González Romo salió pronto de Torrecilla del Valle, el pequeño pueblo de Valladolid en el que se crio, para ganarse la vida. Ha sido siempre un hombre con inquietudes, de los que no se resignan, esos que saben lo que quieren y no se conforman con lo que les viene dado de fábrica. Casado en 1971 con Julia García Sainz, la hostelería le llevó a trabajar a Benidorm, Moraira y Altea. Hasta que el matrimonio recaló en Dénia, donde encontraron el lugar idóneo para echar raíces.
El Hotel los Ángeles, otro referente en la ciudad, fue el primer contacto de Felipe con la hostelería local. Pronto, en 1974, abriría su propio local en la calle Sandunga, el restaurante La Parrilla. Al poco tiempo, por cuestiones personales, Julio, su socio, tuvo que abandonar el negocio. Entró entonces en la sociedad, y hasta 1990, Tomás Arribas. Juntos llevarían el Blay Beach en Les Marines y montarían El Poblet, El Raset y Ticino, que nacieron ya como tres iconos de la cocina en Dénia.
En los años 90, Felipe González Romo sigue camino en solitario y abre una nueva etapa profesional, en la que integrará entre los años 1996 y 2001 a sus hijos. Alfonso, que estudió Ciencias Empresariales, se hará cargo de la parte administrativa de la empresa y Fernando, que se formó en Cocina, de la parte operativa.
Continúa mientras tanto la expansión del negocio, con la apertura de La Barqueta (1992) y el Asador del Puerto (1996), ambos también frente al mar. Diez años más tarde, en el 2006, se reforma la pizzería y se hace una apuesta arriesgada: la apertura del Hotel El Raset, con 20 habitaciones y situado en un lugar privilegiado. Ocupa un edificio con historia que albergó anteriormente las dependencias de la Cofradía de Pescadores. Es un ejemplo de la visión de futuro que siempre ha tenido Felipe González, quien creyó en las virtudes del emplazamiento para hacer de él un establecimiento que cumpliese a la vez con el perfil de hotel turístico y de ciudad, lo que siempre ayuda a llevar mejor el invierno.
Desde la empresa se han emprendido aventuras arriesgadas, como las relacionadas con el ocio nocturno, que les han permitido diversificar el negocio. En 2013 llegó el Paddy O’Connell, en el Carrer la Mar, que les sirvió como entrenamiento para la fuerte apuesta que harían en 2015 en el Moll de la Pansa, donde abrieron Sounders, La Mar Serena y Mr. Fisher. Fue, como casi todo, cosa del padre, “que vio que en la otra parte del puerto había negocio y creyó en ello”, explica Fernando, hoy gerente de la empresa.
Si su experiencia en el mundo del ocio nocturno ha sido satisfactoria ha sido “porque hemos encontrado la gente adecuada para estar al frente de cada cosa”. Además, como él dice, “todos los negocios te hacen crecer, y en este sentido, estar en contacto con la gente joven es positivo”.
Ocho establecimientos conforman en estos momentos Grupo el Raset Restauración. Por el camino se quedaron algunos, como el Ticino Due, Sal i Sucre o el Asador del Puerto. Cerrado a raíz de la crisis del 2008, este último dejó impronta en la ciudad, hasta el punto de que “algunos todavía nos preguntan que cuándo lo volvemos a abrir”, comenta el gerente de la empresa. Como él dice, “todo nace y todo muere, y en las empresas cada cosa tiene su ciclo vital, de modo que a veces es necesario un punto de ruptura para seguir adelante”. “Los cierres no han de entenderse como un fracaso sino como un aprendizaje”, añade.
Si Felipe encontró en Julia comprensión y apoyo para sacar la empresa adelante, sus hijos han encontrado en él un ejemplo para seguir adelante. Como José Bañuls, que lleva 34 años en la empresa, lo definen como un hombre luchador, trabajador incansable y que ha sabido formar un buen equipo. “Él ha estado siempre al lado del trabajador, se ha ganado su confianza y ha hecho que se sintiese a gusto”, señala Bañuls, “nos ha hecho partícipes del negocio y nos ha transmitido su ilusión y su ímpetu”. “El secreto de llegar donde hemos llegado ha sido tener un buen equipo y un buen jefe al frente”, puntualiza.
Con el relevo generacional ha habido un cambio paulatino. Alfonso y Fernando han aportado nuevas ideas y algunas innovaciones, si bien cada negocio mantiene un perfil definido y una personalidad. Ellos han bebido de esa cultura del esfuerzo que su padre les ha querido transmitir y que no ha cesado de dar frutos. Y en la mente, nuevos proyectos.
El menú de la cena del jueves 23 de febrero en El Raset Restaurant. Snack: patata brava a la larga. Aperitivo: royal de alcachofas con jamón de bellota; nuestra versión del huevo relleno de atún y anchoa; croqueta líquida de gamba roja; Principales: mero con salsa de coco y puerros; cordero con su jugo, berenjena a la llama y cremoso de queso de cabra y miel. Postre: milhojas invertido con crema de limón, chocolate blanco y calabaza asada. Maridaje: Cervezas Turia e Inedit con dos de los platos y vino Las 2 ces blanco y tinto. Precio: 50 euros. Reservas: tfno. 965 78 50 40.