Homenaje a los pioneros del blues con Sara Gee & Ramblin' Matt

Su nuevo disco, junto a Soni Artal, comenzó a gestarse el segundo día del confinamiento

J.V. BOLTA

No es la primera vez que Sara Gee y Ramblin’ Matt graban un disco en su casa de La Pedrera. Lo distinto de su nuevo trabajo, titulado Goddman Blues (maldito blues), es que se empezó a grabar durante el confinamiento y en medio de una gran incertidumbre por cómo podía evolucionar la pandemia del coronavirus. Además, han querido rendir un homenaje a los primeros músicos que empezaron a tocar blues, hace ahora un siglo.

            Una de sus referencias es la cantante Mammie Smith, quien en 1920 grabó el primer tema de este género musical -Crazy Blues- y también los que trabajaban en las plantaciones de algodón del delta del Mississipi en un ambiente muy opresivo. Allí surgió el llamado Delta Blues, un estilo clásico y primitivo, del que Sara y Ramblin se sienten herederos.

            Según afirman, “por mucho que a veces compongamos rock, rock sureño, música hillbilly o country todo viene del mismo pozo, que es el blues de los años 20. Todas las canciones son como una especie de evolución directa del blues clásico”. Y por eso reconocen el mérito de los pioneros del blues porque “ofrecieron su música al mundo, a pesar de las circunstancias de semiesclavitud y de las dificultades de tener algún triunfo social siendo negros. “Grabar un disco entonces”, añaden, “era como una señal de identidad y de decir, aquí estoy yo”.

            Y añaden que “hablando de tiempos duros, este año quedará registrado en los anales de la historia como un año fatídico para la humanidad y por ello podemos decir con seguridad que la música ha sido nuestra fuerza, compañera fiel y la chispa que ha mantenido y mantiene viva nuestra llama”. El resultado es un espléndido álbum que ya puede disfrutarse en las plataformas de música digital. Sara y Rambin lo empezaron a preparar a los dos días de decretarse el primer estado de alarma, cuando decidieron componer nuevas canciones y rescatar temas que ya tenían guardados.

            “Si no hubiera ocurrido el confinamiento, el disco tal vez no habría podido existir en la forma que tiene. O no habría salido”, afirma Ramblin’ Matt. “Hemos hecho un trabajo brutal de detalles y de arreglos”, explica, “porque precisamente hemos tenido tiempo y no hemos tenido otro tipo de compromisos que atender demasiado urgentes”.

            La participación del músico y productor Soni Artal (miembro del grupo Santero y sus muchachos) ha sido decisiva para el resultado final del trabajo. Artal quiso involucrarse en el proyecto en cuanto escuchó las dos primeras canciones que Sara y Matt le enviaron para conocer su opinión. Fue la oportunidad de publicar por primera vez un disco juntos, en el que ponen las voces y tocan la guitarra y otros instrumentos. Les han acompañado Pau García-Serra (batería), Lluís Granell (trompeta), María San (violín), Luca Frasca (piano) e Inma Contreras (segunda voz).

            El dibujo de la portada y contraportada del CD, que empezará a distribuirse a partir de la próxima semana, es obra de Lluís Sancho, uno de los alumnos de guitarra de Sara y Matt, que con once años escasos ya es un amante del blues.

            En las notas del disco comentan que “han sido nueve meses de colaboración a distancia, enviando pistas grabadas por WeTransfer, intercambiando arreglos y dándole a las canciones la forma definitiva que tienen hoy. Durante estos meses conseguimos hacerle un par de visitas de fin de semana a Soni en las cuales grabamos las tomas necesarias en su estudio; hasta Inma se soltó la melena y puso segunda voz en una de las canciones y Soni se quedó encargado de producirlas y dejarlas listas para la masterización final”.

“SOMOS MÚSICOS DE DIRECTO”

            Sara Gee y Ramblin’ Matt se están planteando hacer un concierto de Navidad desde la terraza de su casa, donde ya tocaron durante los días más duros del confinamiento para animar a los vecinos. Se consideran ante todo “músicos de directo”, y por eso lamentan que aún no puedan ofrecer actuaciones porque “nos tienen todavía de brazos cruzados”.

            La pandemia les ha obligado a readaptar su vida y, según aseguran, también les ha ratificado en sus ideas de que “no se hade llevar una vida tan loca, con tanto gasto, tanta compra y tanta frivolidad como nos intentan vender, porque también es bueno estar cerca de los tuyos”.