La economía azul, una oportunidad para ser protagonista del cambio

La economía azul es un modelo de desarrollo económico basado en la sostenibilidad de los océanos y otros cuerpos de agua. Se centra en el uso responsable de los recursos marinos para promover el crecimiento económico, la mejora del bienestar humano y la preservación del ecosistema marino. Fue popularizado por el economista belga Gunter Pauli, quien propuso utilizar los principios de la naturaleza para generar soluciones innovadoras y sostenibles. Se estima que la economía azul generará millones de empleos en sectores como la biotecnología marina, la energía eólica marina y la restauración de ecosistemas.

            Este modelo no solo es un campo en expansión sino también una oportunidad para que los jóvenes estudiantes se conviertan en protagonistas del cambio. Así lo creen en el Institut Josep Iborra de Benissa y, de hecho, participan un proyecto europeo de intercambio de experiencias con un centro de Austria, ubicado en la localidad de Eisenstadt, a una hora escasa de distancia de Viena. Los objetivos principales son introducir la idea de economía azul entre los estudiantes para ayudarles a construir un futuro sostenible tanto en las zonas costeras de España como en los ríos y lagos de Austria.

            El proyecto intenta fomentar en los estudiantes una comprensión más profunda de la importancia de las prácticas sostenibles en los ecosistemas acuáticos. Se presta especial atención al Mar Mediterráneo en España, conocido por su rica biodiversidad marina y su importancia para las comunidades locales, y a los lagos y ríos de Austria, donde los ecosistemas de agua dulce desempeñan un papel clave en el sistema ecológico y económico del país.

            Se trata de que los estudiantes entiendan los conceptos y objetivos clave de la economía azul y, al mismo tiempo, aprendan cómo apoya la pesca, el turismo, el transporte marítimo y la energía renovable sostenibles, sin olvidar que conserva los entornos marinos y de agua dulce. El grupo de estudiantes austríacos estarán en Benissa del 17 al 21 de marzo y la devolución de la visita está prevista para la tercera semana de octubre.

Trabajar los objetivos de desarrollo sostenible

Rosa Pedrós, la coordinadora de los proyectos Erasmus del Josep Iborra, asegura que “hemos apostado por iniciativas que tienen que ver con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para inculcarlos en la mente del alumnado”. El año pasado desarrollaron un programa con un instituto alemán de Tréveris, localidad ubicada en la ribera derecha del río Mosela, cerca de la frontera con Luxemburgo. El objetivo era incrementar las competencias lingüísticas en inglés, trabajar los ODS como la acción por el clima, producción y consumo responsable y ciudades y comunidades sostenibles, así como también la competencia en cultura cívica europea.

            Una de las iniciativas era cuantificar el peso y tipo de envase desechable de un solo uso que se emplea en el día a día a la hora del almuerzo. Dos de los alumnos recogían los envases desechables de aluminio y plástico, los separaban y los pesaban. Como alternativa al plástico se repartieron bolsas de tela para guardar el almuerzo, ya que son mucho más ecológicas y sostenibles.

            Y una tercera propuesta, esta vez de la mano de un instituto de Tarnobrzeg, en Polonia, para estudiar qué hacer con la acumulación de plásticos y residuos en casa. ¿Y por qué no darles una segunda vida? Los jóvenes analizaron el papel del arte en la sostenibilidad mediante la creación de proyectos con materiales reciclados, la elaboración de carteles en la plataforma Canva y la realización de encuestas sobre el impacto del consumismo en la sociedad. Una manera de fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y la cooperación internacional a través del arte como herramienta de cambio.

            Lo dicho, la economía azul representa una oportunidad única para los jóvenes que buscan un futuro profesional en sectores sostenibles. La combinación de formación, innovación y conciencia ecológica será clave para construir un mundo más equilibrado, donde la explotación de los recursos marinos se realice de manera responsable y sostenible.