La Xara, tierra de picapedreros

  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  • La Xara, tierra de picapedreros
  28/02/2025
Josep Ivars Pérez hace un completo estudio sobre la historia de un pueblo ligado al trabajo de la piedra labrada

Cuarenta años de recopilación de imágenes, datos, información y elaboración de fichas han dado como fruto una obra completa sobre un oficio que desaparece en los años 70 del siglo pasado

 

Robert Miralles situa al autor “en el Olimpo de la ensayística comarcal”

 

 

El volumen que ahora se ha presentado es lo primero de una colección que tiene dimensión comarcal

 

Que La Xara era un pueblo de picapederero no es ninguna novedad. Ahora bien, nadie como Josep Ivars Pérez ha dedicado tantas horas a estudiar la historia del pueblo, el oficio que dio a conocer a sus pobladores y las circunstancias que lo envolvieron. Considerado uno de los ensayistas más importantes que ha escrito sobre la Marina Alta, en opinión de Robert Miralles, que ha participado en la edición de la obra, presenta ahora un magnífico trabajo titulado La Pedra Picada. El lèxic i l’obra les pedrapiquers de La Xara. El primer volumen, que se ha presentado ahora, es el aperitivo de una obra extensa y monumental a la cual el autor ha dedicado cuatro décadas de recopilación de información, datos, imágenes y elaboración de mapas y planos. Pero es también el primer libro sobre la historia de La Xara, que ve la luz 43 años después de aquel recordado La Xara, un poble del segle XIX, que ha de considerarse como el antecedente de este amplio trabajo.

Robert Miralles, que junto con Josep Andrés ha colaborado con el autor en la preparación de la colección, califica el trabajo de Josep Ivars como “una obra inabarcable, de extensión y profundidad muy grande”. De hecho, no solo se limita al trabajo que hicieron los picapedreros en el pueblo. El trabajo sigue la impronta que dejaron los picapedreros de La Xara en otros lugares de la Marina Alta, lo cual mujer a la colección una dimensión comarcal.

Pep Ivars i Robert Miralles han visitado todos los pueblos, desde Dénia hasta Orba, para ver localizar aquellos lugares donde quedaba constancia de su trabajo. El recorrido pueblo a pueblo les ha permitido descubrir muchos rincones que no conocían y que son “realmente sorprendentes”, explica el estudioso de Ondara. Josep Andrés, natural de Els Poblets, se ha centrado en la parte que hace referencia a su municipio. Ambos, que por circunstancias sobrevenidas en el entorno familiar del autor han buceado en su obra, se han hecho cargo también de la revisión estilística, de errores y de contenido.

La colección sobre la piedra picada está editada por el Institut d’Estudis Comarcals de la Marina Alta (IECMA) y el Ayuntamiento de Dénia. Está previsto que se publican, de forma sucesiva en el tiempo, entre tres y cuatro volúmenes más. Del autor, Robert Miralles ha destacado que su trabajo se sitúa “entre las obras cumbres de la Marina Alta”, a la altura de la de Roc Chabàs, Josep Costa i Mas o Joan Ivars, y lo posiciona a él “en el Olimpo de la ensayística comarcal, un intelectual de primer orden”.

 

Un nombre: Mateu Ivars Peiró

El primer volumen de La Pedra Picada. El lèxic i l’obra dels pedrapiquers de La Xara se estructura en dos capítulos que Josep Ivars dedica plenamente a su pueblo. Se centra en los orígenes de La Xara y su evolución urbana y, cómo no, en los pedrapiquers. Tiene 109 páginas, de formato apaisado y de 20x24 cm, y está profusamente ilustrado, “el que hace difícil que puedas agotarte con la lectura”, precisa Miralles.

Ahora bien, el libro va más allá de la historia y se adentra en el campo de la demografía, la sociología, la economía y la política. Es por lo tanto un libro multidisciplinar que, además, pone nombre, apellidos y cara a quien hizo posible la fundación de La Xara y que llegara a ser lo que es ahora.

Robert Miralles no duda al calificarlo como el primer libro de la historia de La Xara. El que Josep Ivars Pérez i Ricard Pérez Ivars publicaron hace poco más de cuarenta años -La Xara, un poble del segle XIX- fue “un primer intento de dotar de ADN a La Xara”. Era, como el que ahora ve la luz, fruto del aprecio que los dos amigos sentían por la cultura de su pueblo, indica. Los autores hablaron entonces de las dificultades obvias para encontrar documentación -corría el año 1982- y dejaban la puerta abierta a investigaciones posteriores. Pep Ivars continuó con el trabajo de investigación y almacenando información.

La fundación de La Xara tiene nombre y apellidos: Mateu Ivars Peiró. Él y parte de su familia -la esposa y algunos hijos- se instalaron alrededor del año 1800 cerca del barranquet, donde levantaron su casa. Provenían de Senija y son ejemplo de una migración interna que Josep Ivars refleja en un mapa de la comarca, donde marca el itinerario que siguieron hasta llegar a lo que hoy conocemos como La Xara. En el año 1803 se tiene constancia de la existencia de la casa. Hijos, nietos y otros pobladores que se incorporaron a esta migración comarcal irían conformando el casco urbano del pueblo. Es el caso de los Peres de Pedreguer, los Cardona de Xàbia y otras familias del Verger.

Mateu debía conocer y dominar el trabajo de la piedra calcárea. Pep Ivars ha visitado Senija buscando el rastro de los pedrapiquers y ha encontrado elementos de piedra picada que él data en los años anteriores a la llegada de la familia Ivars a La Xara.

Los primeros pobladores harían compatible el trabajo de la tierra, que sería el principal, con el de la piedra, que les permitía ganar un dinero extra. Las características del terreno acompañaban y, a medida que la piedra picada labrada empieza a marcar tendencia y a crecer la demanda, la tierra se deja un tanto de lado y hay una mayor dedicación a este oficio, mucho más rentable.

La comarca vive una época dorada entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX. Es el tiempo de esplendor de la pasa y aparece una clase acomodada que invierte en edificios ampulosos, explica Robert Miralles. El trabajo de los picapedreros tendrá una buena demanda, especialmente entre los años 1850-1920, y en casi todas las casas de La Xara habrá alguien que se dedique a este oficio.

La filoxera supondrá el declive de una economía sustentada en la producción de uva y la comercialización de la pasa. Aparecerán además nuevos materiales y más fáciles de trabajar, como el hormigón y el cemento, y el turismo. Elaborar una pieza de piedra labrada podía significar meses de trabajo y los chalés se tienen que construir rápido. Así las cosas, la piedra picada pierde la razón de ser y los pedrapiquers van abandonando el oficio, que cada vez encontrará menos vocaciones.

Durante un tiempo continuará trabajándose la piedra para construir las aceras de los pueblos -piezas en muchos casos sacrificadas después sin miramiento, como ha ocurrido en las calles de Dénia-. El trabajo de los maestros picapedreros de La Xara lo podemos admirar aún en las losas de los lavaderos de los pueblas -La Xara y Ondara son dos ejemplos- y también en la reconstrucción que se hizo de la Plaza de toros de Ondara en 1957. A pesar de que en los años siguientes quedará todavía algún maestro en activo, se puede hablar de la desaparición definitiva del oficio entre los años 1960 y 1970.

De todo esto, y de muchas cosas más, como las herramientas, el léxico o las técnicas que se emplearon, habla Josep Ivars en su libro. Los pedrapiquers también trabajarían la piedra en seco para hacer márgenes, una labor que a ellos les resultaba mucho más sencilla y un oficio en el cual se especializaron los margenadors de la Vall de Laguar.

 

 

Las imágenes

Presentación del libro de Josep Ivars en La Xara.

 

Pilar, capitel y arranque de los arcos de la iglesia de La Xara; mortero con acabado pulido (Fondo Roger Mas) y bancal de la Partida de La Plana.

 

Casa del Carrere Major con muchos elementos de piedra picada y ‘top’ con marcas de media esfera o media naranja (Fondo Josep Ivars).

 

Trabajando la piedra calcárea.

 

Plano de La Xara con casas de portalada de piedra picada.

Recorrido de los hermanos Mateu y Roc Ivars de Senija a La Xara.

<<< Volver a la portada