Mostrar lo que hay debajo: El Open FotoSub Geas descubre la riqueza de nuestros fondos marinos
El pasado fin de semana se desarrolló el XIII Open FotoSub Geas – VIII Copa FASCV, un certamen de fotografía subacuática con renombre dentro del territorio nacional. Para confirmarlo, no hay más que repasar la lista de participantes, con buceadores/fotógrafos venidos de diferentes partes de España como el País Vasco, Madrid, Comunitat Valenciana, Andalucía, etc. Este año se ha reducido el número de parejas de 25 a 14 para respetar los protocolos de una pandemia que no nos deja respirar tranquilos –nunca mejor dicho- ni debajo del agua. Pero la calidad de las fotografías estaba más que asegurada porque el Open ha reunido a gente con muchas tablas y oficio, con hasta cinco parejas que estarán en el Campeonato de España. Entre ellos, los campeones de la Comunidad Valenciana, David Mocholi e Inma Zafra, y el donostiarra Félix Aguado Zabaleta, quinto en la última cita nacional y subcampeón en la edición de 2019.
El Open FotoSub Geas arrancó con la primera charla técnica en la Seu Universitaria de la Marina. Allí, los concejales de Turismo de Benissa y Teulada, Jorge Ivars y Alejandro Llobell, respectivamente, dieron la bienvenida a los participantes. La primera inmersión competitiva se realizó el sábado con el Club Náutico Les Basetes como punto de partida. El jurado dio las indicaciones y diversas embarcaciones trasladaron a los fotógrafos submarinos a diferentes puntos para buscar la mejor instantánea y mostrar al mundo lo que hay debajo, a unos cuantos metros de profundidad. Una realidad que se escapa de nuestros ojos si no bajas con botellas de oxígeno comprimido.
Algo tendrán nuestros fondos marinos que atraen la atención de buceadores de toda España. Trece ediciones seguidas de esta convocatoria y gente experta venida desde diferentes puntos de todo el territorio peninsular no debe ser fruto de la casualidad. El presidente del Club de Buceo Grup Esportiu d’Activitats Subacuáticas (GEAS) de Valencia, Juan Carlos Alarcón, nos explica por qué. El motivo no es otro que “es una zona muy protegida, cerrada, no está expuesta al mar y eso es fundamental para evitar problemas”. El área comprendida entre el Peñón de Ifach y el Cap d’Or de Moraira “tiene aguas cristalinas, unas praderas de posidonia oceánica impresionantes y mucha vida. Es perfecta para la fotografía submarina”, añade Alarcón. También influye el hecho de contar con varios clubes de buceo que facilitan la labor.
LA COMPETICIÓN PURA Y DURA
Los buceadores llevan una cámara fotográfica con una carcasa de protección para que no entre agua. Van equipadas también con flashes y focos para captar las mejores imágenes en tecnología digital. Para ganar no vale “cualquier cosa”, para decirlo claro, sino más bien todo lo contrario. Se premia la mejor colección de cinco fotos y debe ser variada, es decir, no puedes presentar las cinco con el mismo pez. Se pide algo macro –pequeño, de detalle-, peces y temas ambiente. También hay premios para la mejor foto ambiente, foto pez y foto macro. Y se tiene en cuenta el tipo de cámara, réflex, sin espejo y compacta.
Las bases del Open detallan que hay una limitación máxima de 30 metros de profundidad, es decir, no puedes bajar más. “Esto no significa que a más profundidad vayas a tener paisajes más bonitos o más vida”, apunta Alarcón. Para esta edición, las inmersiones se realizaron en la zona de Los Arcos y La Higuera, cerca del Peñón de Ifach. “En la primera de estas zonas”, comenta el presidente, “bajas hasta los 20 y 30 metros pero nos han dicho que en la segunda han encontrado mucha vida y estamos hablando de apenas 10 metros de profundidad”.
Lo primero que se hace es formatear la tarjeta para que se quede en blanco y hay que hacer una primera foto de control. Las inmersiones están controladas y con un tiempo máximo de 70 minutos. No se puede hacer ningún borrado de fotos, aunque sí pueden retocarlas pero solo con el software de la propia cámara. Y, para finalizar, se hace una segunda foto de control para que no se puedan introducir más fotografías. Se hacen dos inmersiones y se pueden descargar un máximo de 200 fotografías. Luego hay que elegir las cinco mejores para presentarlas como colección.
Tras las dos sesiones de inmersión, la entrega de trofeos se realizó el domingo, a las 12 horas, en el sala de actos de l’Espai La Senieta de Moraira. Las fotografías no caen en saco roto sino que son cedidas a los departamentos de turismo de Benissa y Teulada para ser utilizadas en campañas de promoción, ferias y demás.
FOTOS: GEAS