Primera Regional: El amargo despertar del Orba del sueño del ascenso

Deberán pasar unos días antes de que la afición del Orba asuma la gran temporada que ha realizado su equipo en la ya finiquitada Primera Regional, a la que ascendió hace apenas un año. El tiempo en que tarde en recuperarse de este nuevo mazazo emocional que ha recibido en la última jornada, en la que ha visto esfumarse el sueño de un nuevo ascenso de categoría. Lo tenía casi todo hecho hace justo un mes, cuando ocupaba la tercera plaza, última con derecho a ascenso, a seis puntos del cuarto, el Contestano. 
    Los del Comtat se le echaron encima, aunque el Orba llegó a la última jornada dependiendo de si mismo. Le bastaba ganar en Real de Gandia, o esperar que el Pedreguer puntuara en Cocentaina. Nada de esto ocurrió. 
    El municipal Juan Peiró de Real de Gandia conoció el ímpetu de la marea naranja, con una afición orbera volcada como siempre con su equipo, al que brindó un caluroso recibimiento en el preámbulo del duelo. El partido se puso de cara con el tanto de Pere pasada la media hora. Pero no tardo el conjunto local para igualar el marcador a un tanto, resultado con el que se llegó al descanso. 
    Tiempo había de sobra en la segunda parte, de no haber sido por lo mal que les fueron las cosas a los visitantes. El Real de Gandia se puso por delante nada más arrancar la segunda parte, y en el Orba se desataron los nervios. Y eso que reaccionó pronto, con el empate de Alioune en el 51. Quedaba mucho tiempo y muchas esperanzas, pero los ataques orberos no llegaban a buen puerto, ante un conjunto local bien armado en labores defensivas. Pasaron los minutos y lo del Orba fue un querer y no poder, hasta que llegó otro tanto local a falta de tres minutos para los 90. La desesperación se adueñó de los naranja, los de dentro y los de fuera, condenados en el añadido a una lenta agonía mientras veían como se esfumaba el derecho a soñar ganado a pulso durante toda la temporada. 

“NOS PUDIERON LOS NERVIOS”

    Apenas unas horas después llegó en redes la siempre sabia y coherente reflexión del mister, Javi Signes, para agradecer en primer lugar el apoyo de su afición. “No se puede estar más orgullos de vosotros”, apuntaba. 
    Del partido, señaló, “lo intentamos con todas nuestras fuerzas, pero no pudo ser, los nervios nos hicieron no estar a la altura de un partido que exigía una gran concentración y tranquilidad”. “No nos parecimos en nada al equipo de esta segunda vuelta de campeonato, a ese equipo sólido y fuerte que era capaz de todo y como entrenador del equipo asumo toda la responsabilidad”, admitió. A pesar de que “los jugadores lo dieron todo, se vaciaron y lucharon contra todo, tratando de hacer todo lo que les pedí que hicieran sobre el campo, pero ayer no nos fue posible”.
    “Siento una gran tristeza por todos los aficionados, por la ilusión y las ganas que tenían de volver a celebrar junto al equipo un sueño que podía hacerse realidad. Siento tristeza por ver el vestuario hundido, jugadores llorando y con ganas de desaparecer. Siento tristeza por ver a los directivos que lo han dado todo por el equipo y no han tenido su recompensa. Siento mucha tristeza”, continuó el mister.
    “No pudo ser, la historia estaba así escrita y no pudimos cambiarla, aunque volvimos a demostrar que este club tiene un poder brutal. A pesar de la derrota, creo que los jugadores merecen un gran reconocimiento por su compromiso con el equipo, se lo han dejado todo por llevarnos hasta aquí, se han dejado la piel por estos colores, aunque el final sea triste y duro, gracias por ilusionarnos”.
    Con la cortesía siempre por delante, lanzó una felicitación al CD Contestano y a su entrenador Cristian “por conseguir el ascenso a Preferente, un club donde tengo amigos y que ha estado junto a nosotros dando emoción a la liga hasta el final”.
    Y las humildes disculpas: “mis agradecimientos de corazón y mis disculpas por no hacer cumplir un sueño del que todos teníamos muchas ganas de hacer realidad, un sueño que merecíamos más que nadie por ilusión, esfuerzo y sacrificio. "Este club debe seguir creciendo y seguir demostrando al mundo que el Orba es més que un club, Orba es un sentiment", concluyó Signes, que no amaga su orgullo a la hora de considerarse como "el entrenador del mejor equipo del mundo”. Un equipo que ha perpetuado su derecho a soñar.