Seguir la huella del virus: Cinco rastreadores trabajan con el departamento de epidemiología de Salud Pública para frenar los contagios
Tejer el entramado de contactos para clasificar e interrelacionar infectados permite avanzar en la detección de brotes y en el control de la transmisión
Recibes una llamada. Eres contacto estrecho de un caso. Probablemente ya lo sabes. En la inmensa mayoría de las ocasiones, los contactos ya conocen su condición de contactos; pero si no es así, no se revela el nombre de la persona que ha dado positivo por protección de datos de carácter personal. Debes quedarte en casa y, a partir del día siguiente, recibirás otra llamada del equipo asistencial de tu Centro de Salud con indicaciones concretas; el médico o la enfermera que se pongan en contacto contigo te harán una serie de preguntas, gestionarán tu prueba PCR, tu baja laboral y te harán el seguimiento. Pero, ¿quién hay detrás de esa primera llamada? ¿Quién se dirige a nosotros para decirnos que nos quedemos quietos y no salgamos a la calle hasta nueva orden?
El Departamento de Epidemiología de Salud Pública de Dénia trabaja a destajo para controlar el avance de la pandemia en la Marina Alta. Ha sido necesario reforzar el personal. Al equipo, formado habitualmente por el epidemiólogo y una enfermera de epidemiología, se han sumado otro médico y otra enfermera y, desde el 3 de agosto, un equipo de cinco rastreadores. Son documentalistas, acostumbrados a trabajar con datos clínicos, a los que se ha dado una formación específica. Su labor consiste es telefonear a las personas con las que un infectado ha estado en contacto estrecho durante los dos días anteriores a que apareciesen los síntomas; si la persona que ha dado positivo es asintomática, se llama por teléfono a los contactos estrechos de los dos días anteriores a que se le hiciese la prueba.
Los rastreadores trabajan a partir de los contagios que llegan cada día. A las doce de la noche, la Conselleria de Sanidad vuelca los casos nuevos en el sistema. A primera hora de la mañana, una enfermera del departamento de Epidemiología de Salud Pública y los rastreadores revisan la información y comprueban que no figure ningún positivo del que ya tuviesen conocimiento. Con el listado limpio, empieza la tarea de llamar a todos los casos para indicarles las medidas a seguir, averiguar los datos de sus contactos, y avisar a estos últimos para informarles de que hay que guardar cuarentena y de que recibirán la llamada de su centro de salud. A través de una aplicación, la información va a parar al servidor de la Conselleria.