Un diálogo del violonchelo con diferentes culturas
Matthieu Saglio inicia en Dénia su gira europea con un espectáculo que recoge influencias del jazz y de la world music
El azar ha querido que Dénia sea el arranque de la gira que el violonchelista Matthieu Saglio ofrecerá este verano por distintos países europeos, presentando los temas de su último disco. La actuación será el próximo sábado 12 dentro de Música al Castell, que este año se celebrará en los jardines de la finca de Torrecremada. Posteriormente, tocará en otros destacados festivales, como el Fijazz de la Diputación de Alicante o el de San Javier.
No es la primera vez que Mathieu Saglio participa en Música al Castell. Ya estuvo en 2018 con el grupo Nes y mucho antes con Jerez-Texas, una formación musical que mezcla el jazz, el flamenco y la música clásica. Saglio reconoce estar encantando con iniciar en Dénia sus actuaciones de este verano, aunque señala que ha sido por cuestiones de agenda. Le encanta la ciudad hasta el punto de que decidió rodar unas escenas del video promocional de su disco en el camino de la Cova Tallà.
A lo largo de su carrera, Matthieu Saglio ha intentado establecer un diálogo de su violonchelo con diferentes culturas para ir creando un universo musical propio. De formación clásica, Saglio rehuyó del academicismo y a partir de 1996 empezó a acercarse al jazz y posteriormente se inició en las músicas del mundo.
Nacido en Francia, sus estudios de ingeniería agrónoma le llevaron a instalarse en Valencia, donde reside desde hace veinte años. En la Comunitat Valenciana, decidió convertirse en músico profesional. Ahora, está presentando su último disco, El camino de los vientos, en el que intervienen destacados músicos europeos de jazz, compañeros de muchos años e incluso sus hijos. Para las actuaciones en directo ha formado el Matthieu Saglio Quartet con Steve Shehan (percusión), Christian Belhomme (piano y teclados) y Léo Ullmann (violín).
Saglio está convencido de que “la música no entiende de fronteras” y que es un lenguaje tan universal que permite establecer una conexión entre los instrumentistas (“a veces, sin hablar el mismo idioma”, apunta) y también con el público, de todas las edades o de ideas distintas.
Aunque no se encasilla en ningún género, explica que le atrae la libertad que tiene el jazz (en sus actuaciones suele tocar una versión del conocido All Blues, de Miles Davis). Pero sus composiciones son abiertas a distintos géneros musicales. Siempre desde la idea de buscar la belleza a partir de temas muy melódicos y con una base rítmica.