Una matrona con título “real”

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  19/03/2022
Angelina Ortolá Ivars lo recibió de manos de Alfonso XIII y ejerció en Benissa durante 40 años

La semana pasada se inauguró en Benissa el Parc Comare (Comadrona) Angelina Ortolá Ivars. La idea surgió en el seno del Consell Municipal de Igualtat y tiene su porqué. Se trata de un parque infantil situado muy cerca de la conocida Pinada de Selva. Un lugar destinado a los niños y niñas que, sin saberlo, juegan en un parque dedicado a una mujer que ayudó, posiblemente, al nacimiento de algún familiar cercano –aunque lejano en el tiempo- de muchos de ellos. Pero, ¿quién fue esta mujer? ¿Cuál es su historia?

            Se trata, sin duda alguna, de una mujer avanzada a su tiempo. Angelina nació en 1900, con el inicio del nuevo siglo, una época en la que no era muy fácil estudiar, y más para una mujer. Pero no para ella –quizás animada por su padre que era cirujano- porque realizó sus estudios de Bachillerato en Valencia y, con 27 años, obtuvo el título del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de Matrona por la Universidad de Valencia. Un título que, por cierto, recibió de manos del propio rey, Alfonso XIII, ni más ni menos. Uno de sus nietos, Kiko Martínez, recuerda que “siempre decía que un rey muy simpático pero muy feo”.

            Angelina se inscribió en el Colegio Oficial de Matronas de la provincia de Alicante el 6 de abril de 1929. En sus primeras oposiciones, obtuvo plaza en la ciudad de Elche y en Benissa pero renunció a la primera porque no quería estar lejos de la familia. El Ayuntamiento de Benissa la nombró matrona oficial el mismo año, 1929, y ejerció su oficio hasta finales de los sesenta. Son más de 40 años de trabajo y, sin echar muchas cuentas, centenares –o miles- de parturientas a su cargo. Su “consulta”, por llamarla de algún modo, estaba en la calle Vicente Buigues, justo enfrente donde hoy hay un gran supermercado. Allí pasaba visita, atendía a sus pacientes e, incluso, hacía análisis. Pero los partos se hacían en las casas particulares, no solo del núcleo urbano sino también en las situadas en las numerosas partidas rurales, como Pinos, Pedramala, Benimarraig, Lleus, etc. Por aquella época, no había muchos coches y para desplazarse hacía uso del taxi de Bartolo.

 

ANÉCDOTAS FAMILIARES

 

            Angelina Ortolá estaba casada con Francisco Córdoba, peluquero de profesión, y tuvieron una hija, María. Su hermano Bartolo también se decantó por la rama sanitaria y ejercía como practicante. Una familia nada convencional por aquellos años porque la comadrona podía estar hasta ocho días seguidos fuera de casa atendiendo a las mujeres en su parto y en su proceso de recuperación. “Eso implicaba”, nos cuenta el nieto, “que mi abuelo fue quién estaba más tiempo con mi madre, porque ella tenía que ir a cualquier urgencia, fuera el día que fuera”. Y lo sabe de primera mano porque “no pudo asistir a mi madre cuando yo nací porque estaba con otra mujer. Tuvo que venir el médico, Don Juan Burguera, lo que son las cosas”, dice Martínez.

            Más anécdotas. La comadrona tenía la costumbre de “presentar” a los recién nacidos a la Puríssima Xiqueta, patrona de Benissa. Los llevaba a la iglesia enrollados con una mantilla. Y, una vez recuperada la madre, repetía la visita. Y no recibía pago alguno de las mujeres a las que atendía en el parto, “lo que, entiendo”, comenta el nieto, “recibiría un sueldo del ayuntamiento o del Estado, no lo sé seguro”. Y, según comparte Kiko, no quiso que su única hija siguiera su camino “porque había visto mucho sufrimiento, en las mujeres y en los niños, y no quería que su hija pasara por lo mismo”.

            En una entrevista grabada a la que ha tenido acceso CANFALI MARINA ALTA, María Córdoba dice emocionada que “mi madre ha hecho mucho bien a la gente y era una mujer muy querida”. Cuenta que “cobraba igual que el médico pero no directamente de las mujeres”. Y las atendía ella sola, sin ayuda de enfermeras ni nadie, “pero hay que ponerse en la situación de aquel entonces. No tiene nada que ver con lo hoy hay en los hospitales”, asegura María.

            Angelina era una enamorada de su trabajo y no dudaba en acudir a la llamada de quién fuera. Incluso se hacía cargo de las mujeres más pobres que venían de fuera y las atendía en el antiguo hospital, lo que es hoy el ayuntamiento, en la Plaza del Portal. La hija menciona casos de atender dos partos el mismo día y se refiere a una familia que vivía en la partida de Lleus “que tuvo 10 hijos y en todos estuvo mi madre”.

            Esta fue la vida de Angelina Ortolá Ivars contada por su propia hija y por uno de sus nietos. Su nombre está ahora unido a un parque infantil en reconocimiento a una mujer que forma parte de la historia de su pueblo, Benissa, y de su gente.

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