Una mirada al pasado: la Hermandad Sindical de Teulada

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  23/01/2022

El régimen franquista creó la Hermandad Sindical Nacional para la protección y asistencia de la gente del campo, labradores y ganaderos. Una entidad con una clara jerarquía o estructura que abarcaba todos los niveles o rangos, el nacional, el provincial, el comarcal y el local. Como órgano inferior estaban las Cámaras Oficiales Sindicales Agrarias datadas entre 1947 y 1977. En la Marina Alta, la Cooperativa Agrícola Sindical (CAS) agrupaba un total de 16 cooperativas locales y tenía su sede en la localidad de Gata de Gorgos.

            Las Hermandades Sindicales Locales nacen a partir de 1944 como resultado directo del Derecho al Trabajo y de la obligación a la sindicación. Estaban enmarcadas dentro de la Falange Española de la Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. La de Teulada tenía su sede en el edificio adjunto al Centre Ecomuseogràfic y que hoy es propiedad de la Cooperativa Agrícola Sant Vicent Ferrer. En la fachada todavía está el rótulo original que recuerda su pasado.

            Las funciones de la Hermandad Sindical o Cámara Agraria eran muy diversas. Desde relacionarse con el Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA) y contratar las guarderías rurales hasta gestionar las básculas de pesos, preparar las cartillas de los labradores y contratar las pólizas de seguros colectivas contra fenómenos meteorológicos, como incendios, inundaciones, etc.

 

DOCUMENTOS QUE HABLAN DE SU HISTORIA

 

            La documentación más antigua conservada en el archivo de la Cámara Agraria de Teulada data de los años 1944 y 1946. De la sección de Administración General se conservan documentos que permiten conocer el tipo de comunicación de la entidad con los pueblos vecinos de El Poble Nou de Benitatxell, Els Poblets, Xàbia, etc., y con las oficinas de rango superior.

            El fondo documental de la Hermandad Sindical está ahora custodiado o depositado en el Archivo Municipal. Papeles y más papeles con muchos años pero, a la vez, con mucha historia que revelan datos de organización y funcionamiento. Hay un censo electoral sindical, de 1960, con una lista de socios con derecho a voto en las elecciones para elegir a la directiva y a los representantes de la entidad. El técnico de Cultura, Jaume Buigues, apunta que “el proceso de la convocatoria se anunciaba de manera que todos los integrantes de la comunidad tuvieran conocimiento”. De este modo, se presentaban diferentes listas de censos como el de la Cofradía de Pescadores y el del sindicato mixto, formado por hostelería, construcción, vidrio, cafés y carpinterías.

            La Cámara Agraria estaba constituida por diferentes sindicatos procedentes de las ramas de la construcción, vidrio y cerámica, hostelería, pesca, alimentación y la actividad agropecuaria. Cada sindicato elegía a sus representantes en la Cámara y también en la directiva de forma proporcional, es decir, de acuerdo con el número de afiliados de cada uno de los sindicatos. Como muestra, en les elecciones de 1996 se eligieron para la directiva un total de 13 compromisarios de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, 5 del Sindicato Local Mixto y 2 de la Cofradía de Pescadores.

            El Archivo Municipal cuenta también con las actas de las elecciones de compromisarios de la Cofradía de Pescadores de la Rada de Moraira. Se trata de un acta de constitución de la Junta de Sección Social, de la Asamblea Mixta Paritaria y de la Junta de Sección Económica. Otra “joya” documental es un libro de contabilidad de 1951. Los afiliados debían cumplir con una serie de normas para el buen funcionamiento de la entidad y, de no hacerlo, pagaban una multa. El guarda rural se encargaba de detectar estas faltas. En el libro hay una orden de pago por los servicios prestados por el guardia.

            Y, para finalizar, en la Memoria de Actividades y Cuentas, de 1975, hay un inventario de los materiales que se compraron ese año. En el Centre Ecomuseogràfic se conserva una máquina de escribir, una Olivetti 88, que, por aquél entonces, costó la friolera de 13.200 pesetas, toda una fortuna.

            La Hermandad Sindical de Teulada no es más que un ejemplo de casas, edificios y demás con mucha historia detrás escondida –o desconocida- o desapercibida por la cotidianeidad, el desinterés o las prisas. Tanto monta, monta tanto.

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