Las empresas ante el fin de era: ser más flexibles, optimistas y mantener una actitud ética

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  29/10/2022

La sala L'Androna, de Baleària Port, reunió el viernes por la tarde a varios ponentes de relieve, que reflexionaron sobre cómo van a afectar a las empresas los cambios que se avecinan a raíz del supuesto cambio de era que está llegando. Se dijo que dentro de unos 15 años se producirá un cambio radical y que las empresas que no se hayan preparado para afrontar los nuevos tiempos, lo pasarán mal y desaparecerán. Pero el problema es que nadie es capaz, en estos momentos, de predecir el futuro. Por eso, las empresas tienen que ser flexibles para asumir lo que venga.

El economista Antón Costas y el empresario Adolfo Utor mantuvieron un diálogo muy fructífero, en el que el primero aclaró que por lo general los hombres de empresa "no buscan hacerse ricos sino llevar adelante un modelo empresarial, que es su modo de vida" y puntualizó que el capitalismo tuvo sus mejores años tras la Segunda Guerra Mundial hasta 1975, porque pudo contribuir a crear una sociedad más igualitaria. Y añadió que a una empresa no le exige más que cumpla su objetivo fundamental: "Promover bienes y servicios que satisfagan necesidades humanas con el menor coste posible de recursos ambientales". 

Este último punto ya lo viene poniendo en práctica la naviera Baleària desde hace tiempo, tal como explicó su presidente, Adolfo Utor, quien sorprendió al decir que los organismos reguladores del Estado no le tienen que decir a su compañía cómo hacer las hacer las cosas bien, como por ejemplo mantener una plantilla fija y ser respetuosos con el medio ambiente. Porque, dijo Utor, Baleària ya lo hace desde el convencimiento de que "hacr las cosas bien es rentable". A su juicio, los empresarios son optimistas por naturaleza y también progresistas: "El progrsismo está en emprender", afirmó. Pese a todo esto, advirtió que "las empresas estamos para hacer negocio y no hay nada malo en eso". 

Antón Costa le respondió diciendo que, al igual que hay colesterol bueno y malo, hay empresarios buenos y malos y que Adolfo Utor pertenece al grupo del colestero bueno. Con esto, quería decir que hay empresarios que no cumplan con los dos grandes retos existenciales de la actualidad: evitar el cabio climático y favorecer la inclusion social. Por ello, Costa defendió que haya unas ciertas normas de obligado cumplimiento. 

En la segunda parte del debate entre Utor y Costa, se planteó la cuestión de cómo encajan las humanidades en las empresas. El economista afirmó que ya son parte del mundo empresarial, poniendo ejemplos de filósofos o licenciados en carreras de humanidades que han estado o están al frente de grandes entidades bancarias. 

Adolfo Utor coincidió y volvió a su discurso de que las empresas tienen que dar un buen servicio y convertirse en "una empresa rentable, sostenible y medioambiental". Además, recordó que todo eso va unido a que la imagen y la reputación son fundamentales. En su opinión, "si no son responsables y respetuosas, el mercado castigará a esas empresas". 

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