José Domingo Argudo: “Me llaman maltratador por sacar caballos en los desfiles”

Los que van con pancartas quieren a los animales de la boca hacia afuera y no con el corazón” 

J.V. BOLTA

La presencia de caballos en desfiles y celebraciones populares, como las fiestas de Moros i Cristians, aporta belleza y autenticidad a las escenas que se representan. Sin embargo, un sector minoritario de la población se opone al uso de estos animales en actos públicos, afirmando que suponen un maltrato. Lo sabe bien José Domingo Argudo, que ha sufrido en sus carnes las críticas de los denominados “animalistas”.

Argudo se define como defensor de los animales y no entiende que alguien le grite por la calle que es un maltratador de caballos o perros, a los que adora desde que era pequeño. Según dice, “las personas que van con pancartas contra los toros o los animales que salen en cabalgatas de Reyes, los quieren mucho pero de la boca hacia afuera. Hay que quererlos de la boca hacia dentro y con el corazón”. 

Este vecino de Dénia, que posee varios ejemplares de caballos, ha tenido varios incidentes, en los que miembros de asociaciones de defensa de los animales le han proferido insultos por la calle. Por eso, quiere defenderse públicamente de estos ataques. “En Dénia”, explica, “toda la vida se han sacado caballos en los desfiles, desde que yo tenía diez años, y ahora, dicen que es maltrato animal y los políticos lo quieren prohibir”. 

“TIENEN TODO EL BIENESTAR ANIMAL”

José Domingo Argudo puntualiza que los caballos pasan por revisiones veterinarias antes y después de los desfiles, una fisioterapeuta les coloca los vendajes y al llegar a la cuadra tienen preparado azúcar con zumo de manzana. “Tienen todo el bienestar animal”, añade. 

Además, está convencido de que los caballos están “contentos” al recibir el cariño y los aplausos del público. Y resalta que “cuando abrimos el camión, suben solos. Y, si un animal sabe que va a un sitio donde le van a hacer daño, no subiría”. 

La opinión de que no se debe permitir utilizar caballos para actos festivos afecta a la actividad profesional de Argudo, quien además tiene que soportar “que me llamen maltratador, por culpa de los políticos que dicen que llevar caballos a una boda es maltrato animal”. 

Esta “persecución” se viene produciendo desde hace un par de años aproximadamente, “desde que estos de Podemos quieren acabar con todo”. Y señala que los de Compromís comparten este punto de vista. 

Dice que la prohibición del uso de caballos en actos públicos afectaría negativamente a muchas fiestas populares, incluida la tradicional bendición de animales que él mismo organiza cada mes de enero. 

Argudo considera que “si quieren sacar caballos de plástico en las cabalgatas que lo hagan, pero que no digan que es maltrato porque a mí me están llamando maltratador”. 

También es un defensor de los Bous a la Mar y por eso, tras el incidente ocurrido el mes de julio cuando murió un toro, reclama que se tomen medidas y no querer que la fiesta se suspenda. Propone, por ejemplo, que las vaquillas tengan más espacio en el corral, colocar un toldo para paliar el efecto del sol y que en lugar de una barca haya dos a la hora de sacar a los toros.