El Departamento de salud de Dénia aconseja la vacuna de gripe a los pacientes pediátricos para prevenir epidemias en adultos
Los pediatras y preventivistas del Departamento de Salud de Dénia, en colaboración con el grupo sanitario Ribera, aconsejan la vacunación contra la gripe en niños como medida efectiva para reducir las consultas médicas relacionadas con esta enfermedad en adultos. Según los especialistas la vacuna contra la gripe entre la población infantil puede reducir entre un 40 y un 60% las consultas médicas, debido a la activación del sistema inmune que reconoce las cepas virales.
El Dr. Josep Mut, Jefe de Pediatría del Departamento de Salud de Dénia, destaca la importancia de la vacunación en niños debido a que “son los principales vectores de transmisión de la gripe a la población adulta y a personas de riesgo, ya que la vacuna protege tanto al niño vacunado como a las personas con las que convive, incluyendo familiares y compañeros de juego y escuela”.
El Departamento de Salud de Dénia facilitará la vacunación, siguiendo el calendario establecido por cada Consejería de Sanidad. Este año se ofrecen dos tipos de preparados: las vacunas inactivas, que se administran por vía intramuscular en menores de 2 años, y las vacunas atenuadas, administradas de forma intranasal en niños mayores de 2 años. En el caso de los neonatos, la vacuna puede administrarse en el momento del alta hospitalaria.
En cuanto a los efectos secundarios de la vacuna de la gripe en niños, el Dr. Mut señala que “son en general bien tolerados, con efectos secundarios leves y temporales, como dolor y enrojecimiento en el lugar de la aplicación, fiebre baja y malestar, que no afectan a la mayoría de los pacientes. Las reacciones locales ocurren en aproximadamente el 5-20% de los casos y la fiebre en menores de dos años se presenta en el 5,5-14% de los pacientes”.
Además de la vacunación, los profesionales de la salud subrayan la importancia de adquirir hábitos de higiene que reduzcan la transmisión del virus de la gripe, como lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca al estornudar, desechar pañuelos desechables después de usarlos y evitar el contacto cercano con personas enfermas o sanas si uno mismo está enfermo.