Enfermedad Cardiovascular: Factores de riesgo

Por la Dra. ANA RODRÍGUEZ-ARGÜESO (*) 

El 14 de marzo se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular con el objetivo de informar sobre la importancia de cómo saber prevenir esta enfermedad. Millones de personas en el mundo padecen algún tipo de enfermedad cardiovascular sin ser conscientes de ello, sin embargo, se han identificado factores que intervienen en su desarrollo por lo que ahora sabemos cómo trabajar para prevenirlas. Las enfermedades cardiovasculares pueden adoptar muchas formas: hipertensión arterial, arteriopatía coronaria, valvulopatía, ictus o arritmias.

Los factores de riesgo se dividen en dos categorías: principales y contribuyentes. Se ha demostrado que los factores de riesgo principales aumentan el riesgo de sufrir una cardiopatía y cuantos más factores de riesgo se tengan, más probabilidades hay de padecer esta enfermedad. Algunos factores de riesgo pueden cambiarse, tratarse o modificarse, por lo que, si controla el mayor número posible de ellos mediante cambios en el estilo de vida, medicamentos o ambos, se puede reducir el riesgo de cardiopatías.

PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO

A continuación, os explicamos los principales factores de riesgo:

• HIPERTENSIÓN: La tensión arterial alta aumenta el riesgo de sufrir cardiopatías, infartos de miocardio e ictus. Si es obeso, fuma o si tiene niveles altos de colesterol en sangre junto con hipertensión, su riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca o un infarto se multiplica. La tensión arterial puede variar con la actividad y la edad, pero una lectura normal para un adulto sano que está en reposo deberá ser inferior a 140/90.

• COLESTEROL: Uno de los principales factores de riesgo de cardiopatía es el colesterol alto. Un exceso de lipoproteínas de baja densidad (LDL o “colesterol malo”) en la sangre provoca la formación de placas en las paredes arteriales, iniciando un proceso patológico denominado aterosclerosis. Cuando la placa se acumula en las arterias coronarias que suministran sangre al corazón, éstas se van estrechando y aumenta el riesgo de sufrir un infarto.

• DIABETES: Los problemas cardiacos son la principal causa de muerte entre las personas con diabetes, especialmente en el caso de la diabetes de inicio en la edad adulta o diabetes de tipo 2. Se calcula que aproximadamente el 65% de ellos mueren de alguna forma de enfermedad cardiovascular. Si se sabe que tiene diabetes, ya debería estar bajo el cuidado de un médico, porque un buen control de los niveles de azúcar en sangre puede reducir su riesgo. 

• SOBREPESO: El puede aumentar los niveles de colesterol, la tensión arterial y la diabetes, todos ellos factores de riesgo ya mencionados. Se considera sobrepeso tener un IMC superior a 25. Los que tienen una cifra superior a 30 se considerarían ya obesos.

• TABAQUISMO: Muchas de las muertes en el mundo se deben a los efectos del tabaco sobre el corazón y los vasos sanguíneos: fumar aumenta la frecuencia cardiaca, tensa las arterias principales y puede crear irregularidades en la sincronización de los latidos, haciendo que el corazón trabaje más.

• SEDENTARISMO: Las personas que no son activas tienen más riesgo de sufrir un infarto que las que hacen ejercicio con regularidad. El ejercicio quema calorías para ayudar a mantener un peso saludable, ayuda a controlar los niveles de colesterol y la diabetes, y puede reducir la presión arterial. El ejercicio también fortalece el músculo cardiaco y flexibiliza las arterias por lo que el de intensidad moderada es útil si se practica con regularidad.

• SEXO: En general, los hombres tienen más riesgo de infarto que las mujeres, pero la diferencia se reduce cuando las mujeres llegan a la menopausia. A partir de los 65 años, el riesgo de cardiopatía es prácticamente el mismo para ambos sexos. Por encima de los 70 años las enfermedades cardiovasculares afectan más a las mujeres que a los hombres y los infartos suelen ser más graves en ellas.

• HERENCIA: Las cardiopatías suelen ser hereditarias. Por ejemplo, si sus padres o hermanos han tenido un problema cardiaco o circulatorio antes de los 55 años, usted tiene más riesgo de padecer una cardiopatía que alguien que no tenga esos antecedentes familiares. Los factores de riesgo (como la hipertensión, la diabetes y la obesidad) también pueden transmitirse de una generación a otra.

• EDAD: La edad avanzada es un factor de riesgo de cardiopatía. De hecho, aproximadamente 4 de cada 5 muertes por cardiopatías se producen en personas mayores de 65 años. A medida que envejecemos, nuestro corazón tiende a no funcionar tan bien. Las paredes del corazón pueden engrosarse y las arterias pueden endurecerse progresivamente, lo que hace que el corazón sea menos capaz de bombear sangre a los músculos del cuerpo.

FACTORES DE RIESGO CONTRIBUYENTES

Vamos ahora con los factores de riesgo contribuyentes:

• ESTRÉS: El estrés se considera un factor de riesgo que contribuye a las cardiopatías. Influyen los efectos del estrés emocional, los hábitos de conducta y la situación socioeconómica individual.

Las situaciones estresantes elevan la frecuencia cardíaca aumentando la necesidad de oxígeno del corazón. Este aumento en la demanda puede provocar isquemia (llegada insuficiente de sangre rica en oxigeno) o producir angina de pecho (dolor en el pecho o falta de aire). También se eleva la presión arterial, lo cual puede lesionar el revestimiento de las arterias.

• HORMONAS: Las hormonas sexuales parecen desempeñar un papel en las cardiopatías. Entre las mujeres menores de 40 años, las cardiopatías son poco frecuentes. En torno a la menopausia las probabilidades de infarto aumentan, como hemos dicho anteriormente. A partir de los 65 años las mujeres representan la mitad de todas las víctimas de infarto.

• PILDORAS ANTICONCEPTIVAS: Los primeros tipos de píldoras anticonceptivas contenían altos niveles de estrógenos lo cual aumentaba el riesgo de trombosis e infartos, sobre todo en mujeres de 35 años que fumaban. A pesar de que hoy en día la carga hormonal es mucho menor, las mujeres que toman píldoras anticonceptivas deberían someterse a revisiones anuales cardiovasculares preventivas.

• ALCOHOL: Las calorías del alcohol añaden grasa al organismo aumentando el riesgo de cardiopatías, por ello no se recomienda que los no bebedores empiecen a consumir, ni que los bebedores aumenten su ingesta.

Recuerda:

• Nunca es demasiado tarde para empezar a mejorar la salud del corazón.

• Hay dos categorías de factores de riesgo: Principales y contribuyentes.

• Algunos factores de riesgo pueden cambiarse, tratarse o modificarse.

(*) Cardióloga del Hospital San Carlos de Dénia, del Grupo HLA