Golf: Vibrante arranque del torneo la Sella Open con color internacional y una Marta Martín brillando como mejor española
La Sella Open, el 'torneo de ellas', la competición del millón de euros en premios valorada por las jugadoras como el mejor torneo del LET en 2023, ha adquirido a las primeras de cambio un vibrante color internacional, el conferido por un significativo grupo de extranjeras que han acaparado a las bravas las primeras posiciones, relegando a las representantes españolas a un, por el momento, segundo plano.
Ni siquiera la defensora del título en la edición inaugural, Nuria, consiguió zafarse del ataque despiadado del colectivo foráneo que ha acaparado las primeras posiciones en la tabla. La golfista española y su inseparable sonrisa se fajó para superar las dificultades, rememorando lo ocurrido hace un año, cuando se mantuvo a rebufo antes de asestar el golpe decisivo. Una vuelta de 71 golpes, lastrada por dos inoportunos dobles bogeys, le permite mantener intacto su deseo de reeditar victoria.
Ese sentimiento aflora asimismo en la madrileña Marta Martín, la mejor española del primer día con 69 golpes. "Sin jugar del todo bien, el resultado es bueno, así que contenta", resumía quien aspira al máximo tras ganar esta temporada un torneo del LET.
También asumió vivo protagonismo otra madrileña con el estatus profesional recién adquirido. Blanca Fernández y su patente desparpajo le llevaron a entregar una tarjeta de 70 golpes, la segunda mejor entre las españolas, un debut para recordar.
En la parte más alta de la clasificación, algunas de las mejores representantes del torneo, caso de la italiana Virginia Elena Carta y la alemana Helen Briem, pusieron el listón muy alto en el grupo de la mañana, acabando en la casa club con sendas tarjetas de 5 bajo par que de inmediato se convirtió en el objetivo perseguido por el nutrido grupo de jugadoras que actuaban por la tarde.
Virginia Elena Carta realizó una propuesta demoledora, una vuelta sin fallo aderezada mediante 5 birdies repartidos a lo largo de todo el recorrido -con mención especial para dos oportunos aciertos en los dos últimos hoyos- que le otorgaron el papel de infranqueable.
No obstante, la golfista transalpina gozó en solitario del liderato durante poco más de una hora, justo hasta que la imponente alemana Helen Briem y sus casi 1,90 metros de altura igualó su sobresaliente registro. La germana, eso sí, utilizó una vía particularmente emocionante, con una vuelta jalonada mediante ocho birdies y tres bogeys para llegar al mismo punto que la italiana.
Las integrantes del pelotón de la tarde realizaron diversos intentos por asaltar ese liderato compartido, pero sus propuestas carecían del brillo necesario para desbancar al dúo Carta – Briem de su privilegiada atalaya, una invulnerabilidad a la que accedió una única jugadora, la finlandesa Elina Nummenpaa.
La nórdica, de hecho, rompió la barrera de los 5 bajo par en su duodécimo hoyo, cuando iba camino de al menos empatar el récord del campo establecido por la francesa Anne-Charlotte Mora con 63 golpes. Sin embargo, la relación con el acierto de Nummenpaa se acabó en ese punto antes de manchar su tarjeta con un bogey en el último hoyo que le obligó a compartir honores de líder, tampoco es cosa mala, con Virginia Elena Carta y Helen Briem.
Acabada la jornada, todavía resonaban las palabras pronunciadas por la balear Luna Sobrón al acabar su vuelta. Se refería a ella misma, pero su reflexión bien podría trasladarse a la totalidad de jugadoras de La Sella Open. "Se necesita paciencia, calma y tranquilidad, mucha tranquilidad, para llegar arriba", decía, justo en lo que se afanan todas las participantes de este emocionante La Sella Open.
UN ALICIENTA ADICIONAL
Tres jugadoras relacionadas íntimamente con La Sella han jugado juntas en la jornada inaugural del torneo. Se trata de la francesa Celine Herbin, la alemana Leticia Ras-Anderica y la española Natasha Fear, que han disfrutado muchísimas veces del recorrido alicantino, todas ellas con residencia en las proximidades de La Sella. Obvia decir que recibieron desde el primer minuto el cariño de los aficionados presentes en el campo, la mayoría de ellos de socios del club, que declaraban estar encantados con la posibilidad de ver a grandes golfistas jugando en su campo.