Honrar a los bebés fallecidos
Emotivo acto en Dénia con motivo del Día Internacional del Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal
Hablar de los bebés fallecidos al poco de nacer, o de aquellos que no llegaron a hacerlo, sigue siendo un tabú en la sociedad. Con el ánimo de honrarlos, recordarlos y visibilizar la importancia que tiene reconocerlos y normalizar el duelo de las familias, el grupo de acompañamiento Alas organizó el domingo pasado un emotivo acto en la playa de Dénia. Coincidió con la celebración del Día Internacional del Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal, una fecha para el recuerdo pero también para la reivindicación.
Como en los últimos años, el grupo de acompañamiento a la muerte gestacional y perinatal de la Marina Alta, Alas, organizó un encuentro en la playa de Les Marines que reunió a familias que han perdido a sus bebés, profesionales especializados en duelo perinatal y personas sensibilizadas que les prestan apoyo. Niños y familiares colorearon corazones estrellas y arcoíris que colgaron en una cuerda iluminada con la caída del sol. Nombrando a cada bebé fallecido se hizo la ofrenda de luces con un minuto de silencio, que se rompió con las palabras que pronunciaron algunos de los asistentes. Intervino además en el acto el coro Cantemus de Orba.
A pie de playa se dio lectura también al manifiesto elaborado por la Federación Española de Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal (FEDUP). Este año se centra en la necesidad de informar adecuadamente a las familias sobre cuáles son sus derechos y los de sus bebés. “Mi bebé murió, nuestros derechos no”, reza el manifiesto, donde se subraya que pese a que la muerte de un ser querido es una experiencia normal, sana, necesaria y reconocida, cuando sucede durante el embarazo, el parto o al poco de nacer, “el duelo tiende a ser invisibilizado, minimizado y desautorizado, y por tanto, más difícil de gestionar a nivel emocional y psicológico para quienes lo están transitando”.
El manifiesto habla también de “estigma social” en el caso una muerte gestacional ligada a la interrupción del embarazo, “más aún cuando, en muchas ocasiones, las mujeres terminan siendo expulsadas de un sistema sanitario público que se niega a realizar este tipo de intervenciones (amparándose en el principio de objeción de conciencia) y generando así procesos de duelo mucho más difíciles, poco saludables y obligadas muchas de ellas a vivirlos en el ostracismo”. El dolor por la muerte de un hijo ha de ser contemplado como único y singular, con independencia de la edad gestacional de la criatura en el momento de morir, y en ocasiones, advierte el documento, el duelo puede requerir una baja médica.
Entre otras cosas, las familias reclaman la creación de recuerdos y la posibilidad de realizar rituales de conexión y despedida que ayuden a un duelo lo más saludable posible; conocer todo lo referente al derecho de la familia de disponer del cuerpo de la criatura para su incineración o entierro, siempre a través de una funeraria; ser informadas ara poder decidir sobre las diferentes opciones ante una posible subida de leche; recibir atención y seguimiento sanitario puerperal y acceso a información relacionada con grupos de ayuda mutua (GAM) o recursos de acompañamiento al duelo; la creación y mejora de protocolos en atención hospitalaria sobre muerte gestacional, perinatal y neonatal, estandarizados y consensuados a nivel nacional; atención sanitaria respetuosa con las familias y sus procesos de duelo; formación específica para los sanitarios; poder inscribir legalmente a los bebés en el Libro de Familia o con el nuevo código electrónico que lo sustituya; ampliar los supuestos de acceso a los permisos actuales de maternidad y paternidad; acuerdos económicos con las funerarias que faciliten a las familias la disposición privada del cuerpo del bebé para poder dar sepultura o incinerar a la criatura respetando los deseos, creencias y características socioculturales de cada uno.
A fin de contribuir a la sensibilización sobre la muerte y el duelo gestacional y neonatal, y a petición de Alas, varios ayuntamientos de la comarca se iluminaron ese día o durante la semana pasada con los colores azul y rosa en recuerdo de los ‘bebés estrella’. Es el caso de Pego y de El Ràfol d’Almúnia.