El Ayuntamiento de Dénia dedica la nueva plaza de Marqués de Campo a la médica, investigadora y científica dianense Maria Hervás Moncho

El Ayuntamiento de Dénia dedica la nueva plaza de Marqués de Campo a la médica, investigadora y científica dianense Maria Hervás Moncho
  25/07/2024

El Ayuntamiento de Dénia ha aprobado el nombramiento de plaza María Hervás Moncho en el nuevo espacio que está habilitándose en el solar del antiguo ambulatorio de la calle Marqués de Campo. La propuesta surge del área municipal de Cultura y viene avalada por un informe de la archivera municipal, Rosa Seser, quien afirma que “dedicar este nuevo espacio, una plaza para uso público, a la dianense Maria Hervás Moncho resulta muy adecuado por diferentes aspectos”, que quedan desglosados ​​en su texto.

María Hervás Moncho (Denia, 1894 – Valencia, 1963), era la hija mayor de siete hermanas y hermanos de una familia asentada en la ciudad de Denia, que residía en la calle Diana, 2. Su padre, José Hervás Millán, nació en Valencia pero muy joven, al casarse con la dianense Regina Moncho Morera, ejerció la medicina en la ciudad de Dénia.

De ideología republicana José Hervás se integró en los distintos movimientos ciudadanos de la burguesía liberal de Dénia, entre otros en la promoción del turismo. La propia Maria Hervás así como sus hermanas y familia mantuvieron y todavía mantienen la vinculación con la ciudad de Denia y la Marina Alta.

La actividad profesional de Maria Hervás, licenciada en medicina por la Universidad de Valencia y una de las primeras mujeres médicas, aporta una especial vinculación de Maria Hervás al espacio al que se le quiere poner su nombre, donde radicaba el antiguo ambulatorio de la ciudad.

Influenciada por su familia, de talante liberal y moderno, Maria Hervás siempre destacó como una brillante estudiante: obtiene el título de bachiller con notas muy destacadas y consigue premios extraordinarios y matrículas de honor en los estudios preparatorios para la carrera de medicina ; en 1914 ingresa, con la nota más alta del grupo de aspirantes, como estudiante interina en clínica, donde cabe destacar que será la única mujer; en 1917 obtiene matrículas de honor en diversas asignaturas de medicina. En 1918 se licencia en medicina en la Universidad de Valencia. Será la única mujer. El mismo año ya da una conferencia en el “Ateneo Científico de Valencia” y divulga en el campo médico sus experiencias en Francia en el tratamiento de heridas infectadas.

Al finalizar la carrera, su brillante expediente académico le vale el reconocimiento del Ministerio de Instrucción Pública, que le concede una beca para ampliar estudios en París, junto a otros 10 licenciados en medicina de toda España. Un honor que tan sólo se otorgaba al mejor expediente de cada universidad. De nuevo será la única mujer becada.

En la capital francesa sigue el trabajo y la experiencia e investigación médica con los soldados heridos. En 1919 se casa en Denia con el médico francés León Henry Sanlier-Lamark Vassou, que había conocido en París. De 1921 a 1926, María Hervás trabaja en el Instituto de Serología de París, adscrito al prestigioso Instituto Pasteur, en un tiempo de lucha contra las enfermedades venéreas en Francia. Maria Hervás se especializa en el estudio de los anticuerpos en sangre, un tema vital en relación a las transfusiones, tan necesarias en tiempos de guerra. Durante este período trabaja con Alexandre Besredka, especialista en inmunología, que será el que más influyó en su carrera profesional como especialista en serología.

Durante el curso 1931-1932 María Hervás cursa en la Universidad Central de Madrid las asignaturas obligatorias para realizar el doctorado. En mayo de 1932 defiende su tesis doctoral, con el título “Contribución al estudio de la inmunidad local”, para la que obtiene la calificación de “sobresaliente”. En 1935, Maria Hervás vivía en Valencia con su hija y su hijo; el marido quedó en Francia.

Durante la Guerra Civil, a mediados del mes de agosto de 1937, es nombrada capitán médico y se destina al “Laboratorio de Serología del Servicio de Transfusiones de Sangre del Ejército” en Valencia, donde como jefe del servicio, realiza una destacada labor .

Al término de la Guerra Civil, María Hervás tuvo que exiliarse a Francia con sus hijos, represaliada por su colaboración con el gobierno republicano. Con la invasión alemana de Francia, Maria Hervás regresó a España con sus hijos y en adelante residirá en Valencia dedicada a actividades de laboratorio de farmacia, sin más vinculación al mundo de la investigación. Tras una larga enfermedad, murió el 29 de julio de 1963 en Valencia.

En resumen, finaliza el informe de Seser, “una mujer excepcional, de gran talento, adelantada a su tiempo. Una mujer, hija de Dénia, desconocida en su pueblo y por lo general en su país. Una mujer científica que no pudo llevar adelante sus proyectos, marcada también por un tiempo histórico desfavorable: la Guerra Civil, la derrota republicana, la Segunda Guerra Mundial y el franquismo con la represión y el confinamiento de las mujeres, en especial las “ significadas” como Maria Hervás, en el mundo del hogar y en tareas poco relevantes”.

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