La entrevista/ Pepa Álvarez : “La voz es el mejor vehículo de formación musical y los otros instrumentos son complementarios”

J.V. BOLTA

Ha dedicado su vida profesional a la docencia, aunque Pepa Álvarez ha estado involucrada en numerosos proyectos musicales de la comarca, como el Orfeó de Dénia, del que fue directora durante 17 años. Actualmente, es profesora de piano en la escuela y el conservatorio de Pedreguer. A lo largo de su actividad, también ha dado clases en el conservatorio Tenor Cortis y la Escola de Música Manuel Lattur, entre otros centros. 

PREGUNTA: ¿Por qué se matriculan las personas adultas a sus clases de música en Pedreguer?

RESPUESTA: Normalmente los adultos son gente que ha tenido la idea de desarrollar la música porque les gustaba, pero carecían de recursos, tenían que trabajar o tenían hijos, y ahora sí que pueden. Los niños pueden elegir entre la vertiente de conservatorio o la vertiente escuela, que no tiene ninguna implicación más que la que le queremos dar los padres y nosotros.

P: ¿Qué beneficios tiene la enseñanza musical en los pequeños?

R: Está más que demostrado que la formación artística, y sobre todo la música, reporta unos beneficios en la educación general, en el desarrollo del lenguaje, en la comunicación social, en las interrelaciones entre las personas y especialmente entre los pequeños, que están en época de formación. La pedagogía musical ha demostrado desde hace siglos que es algo muy beneficioso y, de hecho, la gente de la antigüedad tenía la música en la parte alta de la pirámide. Una de las artes mayores era la música.

P: En cambio, ahora está muy relegada.

R: Mi opinión es que el momento cultural es muy delicado en sentido negativo. Tenemos a nuestro alcance las redes sociales, accesos de internet, tal y cual, y ahora es el momento en que menos barnizados en cultura estamos, a pesar de que los ayuntamientos estén llenos de actividades culturales. Si vas a las actividades culturales, hay cuatro personas. Y además cada vez son más personas con el pelo blanco. Esto quiere decir que los jóvenes y los pequeños, que tienen que estar llevados por los padres, no tienen ningún tipo de interés por la cultura. Hay una cultura del deporte, de que todos quieren ser Ronaldos y Messis, y ganar mucho dinero y tener muchos coches. En la música lo único que triunfa es el reggaetón, con esas letras y músicas horrendas, que no aportan nada. Hay música moderna, clásica o de jazz, o danza, pintura o literatura que darían un beneficio a los niños. De hecho, el último proyecto en el que he estado era la formación de un coro infantil y juvenil. No se trataba de cantar cosas de iglesia sino todo lo contrario, cosas relativamente modernas.

P: Se refiere al coro Encantem.

R: Era un proyecto muy bien estructurado y muy bien dotado por parte de la Concejalía de Cultura de Dénia, con unos profesionales fantásticos. Era una actividad totalmente gratuita.

P: ¿Y por qué ha dejado de funcionar?

R: Todas estas cosas colectivas necesitan de una especie de compromiso, que tiene que venir por parte de los padres. Pero la gente no se compromete y cada temporada hay que empezar de cero. Eso no tiene demasiado sentido. Al final del curso pasado ya dije que, si no había un número de gente determinado, la actividad no continuaría. Y este año ya no se ha puesto en marcha porque no le interesa a la gente o no consideran que sea importante para la vida de sus hijos. Y efectivamente que sí que lo es.

P: La enseñanza musical es una forma de descubrir talentos.

R: Sí, es verdad, pero cada vez creo menos en los talentos y creo más en unas inteligencias medias y normales que por el tiempo van formándose y desarrollándose. Después de tantos años dando clase, tengo alumnos que empezaron conmigo a los siete años y hoy en día están viviendo de la música. Unos están en Madrid, en el Teatro Real, o en coros importantes. Otros son pianistas importantes. Pero la enseñanza no está enfocada a eso porque es una minoría. Lo que tienes que hacer es afición y gente formada. Después, unos podrán trabajar en la música y otros no, pero por lo menos tendrás público para que vayan a ver los talentos. Ahora que va a empezar el Festival d’Orgue de Pedreguer, cada vez hay más extranjeros con el pelo blanco, pocos del terreno y nadie de menos de 60 años. Algo no está funcionando porque a la sociedad no le interesa nada.

P: Es una lástima porque el Festival d’Orgue tiene un nivel alto.

R: Los músicos que vienen son profesionales y tienen calidad. El público es fiel, pero es gente mayor. Y si vienen dos coros, eso arrastra a mucha gente. Pero, cuánta gente de Pedreguer y de la comarca no ha ido nunca a ver ni un concierto del Festival d’Orgue. Eso es terrible. Creo que en Dénia hay una de las programaciones más completas en todos los aspectos. ¿Por qué no va la gente? Pienso que los músicos, hasta no hace mucho, estábamos en una burbuja muy elitista y no hemos sabido enseñarle a la gente que esta música de calidad también puede ser bonita y también se puede escuchar algo. Siempre se ha pensado que era cosa de cuatro pirados que estábamos ahí enganchados. Los músicos no hemos bajado de la burra en el sentido de acercar la música clásica y ahora no sé si llegamos tarde.

P: En cuanto a infraestructuras de la comarca, tenemos un auditorio en Teulada, que es magnífico, mientras que ciudades como Dénia tienen unas instalaciones más flojas.

R: Creo que el problema no va por ahí. El teatro de Dénia será grande o pequeño para ciertas cosas, aunque evidentemente no es para hacer óperas. Pero se han traído cosas a Dénia pensando que el teatro se iba a llenar y no se ha llenado. Entonces, ¿para qué vas a hacer una cosa más grande? El de Teulada es un auditorio relativamente cerrado y allí se piensan que son un mundo aparte y está muy vetado a los artistas que no sean los que ellos quieren que accedan. No es cuestión de tener más infraestructuras. Para la gente que va a los conciertos, creo que nos sobran. El otro día ofrecimos la ópera que retransmitían en streaming desde el Teatro Real. Era una cosa para que no hubiera habido sitio en el auditorio. Pero lo que ocurre es que, salvo la gente entendida, piensan que la ópera es un rollo.

P: Usted ofreció una conferencia previa a la transmisión.

R: No di ninguna clase teórica. Lo que hice fue acercar los conceptos básicos de la ópera que íbamos a ver, como el libreto, época, el equipo de cantantes… Y el que estuvo allí no vio aquello como que van a ser tres horas y que es un rollo, sino que está pasando una trama y que hay un ballet que tiene un significado. La gente estaba encantada. Desde Cultura recibieron toda clase de parabienes en el sentido de que querían que esto se haga más.

P: ¿Qué recuerdos guarda como directora del Orfeó de Dénia?

R: Cogí un proyecto un poco ruinoso e intenté que funcionara a base de mucho trabajo. Empezó a venir gente, hicimos actividades con el respaldo del Ayuntamiento y aquello fue prosperando. Acabamos cantando Mozart y repertorios de orquesta de bastante nivel. Lo dejé y cogí un proyecto más pequeño. Formé el coro de voces blancas Alegro Voce, que solo eran chicas.

P: ¿Y nunca ha cantado?

R: No. Yo tengo la desgracia de que no tengo una buena voz. Si hubiera tenido buena voz, no hubiera tocado el piano y me habría dedicado a cantar. La voz es el mejor vehículo de formación musical y los otros instrumentos son complementarios.

MUY PERSONAL

            P: ¿Cuáles son sus compositores favoritos?

            R: Esa pregunta es incontestable. No sé qué decir, pero me encantan Tchaikovsky, Bach, Fauré y muchos más.

            P: ¿Por qué se dedicó a la música?

            R: De pura casualidad. Mi madre dijo que, como tenía que trabajar, que fuéramos a hacer música con la dona del poble. Mi hermana no quiso ir y me enviaron a mí. Una tía de mi madre me compró el primer piano que tuve. De ahí pasé a estudiar con Joaquín Boscá en el colegio de las monjas y de ahí fui a Alicante.

            P: ¿Ha podido ver todos los países que quería a través de sus viajes?

            R: Eso es como la música, nunca lo conoces todo. Pero he viajado bastante y todo lo que conoces siempre te enriquece.

            P: En la comarca tenemos un buen nivel, sobre todo en la gastronomía.

            R: Me encanta la gastronomía. Aquí tenemos de todo, pero también hay que llenarlo de otras cosas.

            P: Le voy a enumerar los nombres de una serie de personas para que me diga su opinión sobre ellas. Agustín Moreno.

            R: Fue un hombre que en un momento dado le ofrecieron el montaje del conservatorio o más bien él buscó un poco solucionarse la vida. Doy las gracias que por medio de los hermanos Ballester vinieron a buscarme para dar clases.

            P: Vicent Ballester.

            R: Un amigo y un gran músico.

            P: Josep Cendra.

            R: Es una persona estimadísima en Dénia. Un gran amigo. Lo definiría como una persona que tenía un amor a la música por encima de otras cosas y que llegara a todos. Ha dedicado su vida a eso, sobre todo buscando las raíces de la música popular.

            P: Carmen Paula Romero.

            R: Es una soprano solista, que trabaja en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y que afortunadamente yo la he tenido desde pequeña como alumna mía. Es muy trabajadora, muy interesada en todo lo que hace y es una persona de éxito. La estimo mucho. Conmigo empezó haciendo piano, luego cantó en el Orfeó y luego fue labrándose su camino.

            P: Maribel Font.

            R: Ha sido una persona fundamental para que la cultura en Dénia llegara al nivel que está ahora. Pienso que Dénia ha tenido mucha suerte en tener a una persona con la capacidad, formación e integridad de Maribel.