Osteoporosis, la epidemia silenciosa
??INÉS ROIG (*)
Con la osteoporosis los huesos pierden densidad. Sin signos aparentes van tornándose más porosos. Más frágiles, por lo que aparecen las fracturas. El gran problema de esta patología es que suele desarrollarse de forma asintomática hasta que el hueso se rompe. ¿Las fracturas más frecuentes? Las de las vértebras, muñecas y cadera, casi siempre a causa de una caída. Pero, a veces, también la osteoporosis viene acompañada de algunos síntomas en forma de dolor agudo o crónico, deformidades en la columna y disminución de la talla.
Se suele considerar que es una enfermedad exclusivamente femenina. Pues no. En absoluto. De unos años a esta parte, la osteoporosis se ha reconocido como un importante problema de salud en los hombres e, incluso, puede afectar a los niños. La incidencia de fracturas es mayor en hombres que en mujeres desde los 18 a los 50 años, y aquí se cambia la tendencia, y las fracturas de pelvis, húmero, codo y fémur, se vuelven más frecuentes en las mujeres tras la menopausia.
Es una epidemia silenciosa, pero hay manera de afrontarla (no de doblegarla) y de limitar sus efectos. ¿La solución?:
1. Ingerir una cantidad adecuada de calcio. Las fuentes principales de calcio son los lácteos, el pescado azul, los vegetales de hoja verde, los frutos secos y la fruta fresca.
2. Ingerir una cantidad suficiente de vitamina D.
3. Realizar ejercicio físico regular.
4. Abandonar el hábito tabáquico.
5. Limitar el consumo de alcohol. El consumo regular superior a dos bebidas alcohólicas diarias incrementa el riesgo de osteoporosis, probablemente por interacción del alcohol con la absorción de calcio.
6. Consultar ante cualquier alteración del ciclo menstrual. La pérdida de estrógenos se asocia con una pérdida de masa ósea.
7. Evitar el consumo de fármacos antiácidos de forma prolongada.
8. Evitar dietas ricas en proteínas y en sal.
9. Conseguir un buen pico de masa ósea en la adolescencia. Este pico se logra alrededor de los 20 años, y se consigue con una buena alimentación y con la práctica de ejercicio físico de manera regular, evitando el sedentarismo y los trastornos en la conducta alimentaria.
10. Evitar el consumo excesivo de cafeína. El consumo de más de tres bebidas con cafeína al día, se ha asociado al incremento de riesgo de la osteoporosis
¿Por qué aparece la osteoporosis? Pues por ley de vida. Existe una perdida natural de masa ósea, a partir del momento en el que se adquiere el valor máximo, que suele ser lenta. Este proceso dura el resto de la vida. En este proceso, la mujer sale más perjudicada porque ha sido peor tratada por la naturaleza en lo respectivo al metabolismo óseo. Su pico máximo es menor que el del varón. Además, cuando llega a la menopausia, al cesar la producción de hormonas sexuales femeninas por el ovario, algunas mujeres pueden sufrir una pérdida más acelerada de hueso, que puede producir la osteoporosis posmenopáusica. Pero hay otras formas frecuentes de osteoporosis que se producen en la edad avanzada, del envejecimiento y la consecuente alteración en el metabolismo de la vitamina D, también inciden, aunque de forma menos decisiva, la ingesta de medicamentos como la cortisona, enfermedades reumáticas, inflamatorias, de la sangre o del hígado y hábitos tóxicos como el exceso en la ingesta de alcohol.
La batalla no está ganada. Lo estará solo cuando se encuentre el medicamento que permita recuperar la cantidad de hueso que se ha perdido, pero de momento solo hay disponibles medicamentos que frenan la pérdida de la densidad del hueso y solo a veces pueden conseguir pequeños incrementos. Todos los medicamentos que existen en el mercado, han demostrado en mayor o menor medida, la capacidad para prevenir fracturas vertebrales, de cadera y de huesos largos. Lo que lleva a la conclusión de que la osteoporosis hay que prevenirla. Curarla, de momento, es imposible.
(*) Farmacéutica