Pepita Pedraza: “Eso de que los niños y niñas estuvieran juntos en las aulas era como si fuésemos unos bichos raros”

Pepita Pedraza: “Eso de que los niños y niñas estuvieran juntos en las aulas era como si fuésemos unos bichos raros”
  14/02/2021
“Ya es hora de que los políticos respeten la educación en este país y sean capaces de hacer una ley de todos para todos”


 Por J.V. Bolta 

Ha pasado medio siglo desde que Pepita Pedraza Roselló puso en marcha Bambi, un centro educativo pionero en la comarca que representó una nueva forma de entender la educación. En el curso 69-70, fueron pioneros en aplicar la coeducación, la libertad de elegir o no la materia de Religión, la enseñanza del inglés y la psicomotricidad desde edades tempranas, y una forma abierta y familiar en la relación entre profesores y alumnos. Sin duda, se adelantó a su tiempo. Siete años más tarde, creó el colegio Paidos.
    Nacida en Dénia, recibió en 2006 de la Cadena SER “Notable de la Cultura” en los Premios José Marsal Caballero; en 2011 un homenaje con motivo de la entrega de un galardón por parte de la Concejalía de Igualdad y en 2014 la Conselleria le concedió el Premio al Mérito en la Educación. con Insignia excepcional de oro.
    PREGUNTA: ¿Por qué surgió el proyecto de Bambi?
    RESPUESTA: Por querer dar una oferta diferente a lo que había entonces.
    P: Pero, usted era muy joven.
    R: Muy joven, veintidós años. 
    P: ¿Cómo consiguió romper barreras en aquella época?
    R: Costó. Pensaba que a los niños había que darles otro tipo de educación. Ahora es normal, pero en aquella época no había ese acercamiento entre profesor y alumno, hablarle de tú, tener herramientas diferentes… Hice cursos en Barcelona con Bon Depart para trabajar la sicomotricidad, palabra que casi no se había oído aquí. Hicimos otros a Madrid los organizaba ICCE, aquel equipo de profesores estuvo abierto a desplazarse para introducir nuevas herramientas de trabajo, entonces era impensable poder llevar cursos de perfeccionamiento o innovación a menos de 200 kms. de Dénia; era complicado, hoy en día el equipo actual ha recorrido Europa compartiendo experiencias e incorporando a nuestro centro aquellas que resultan de interés.
    P: Empezaron en una casita, junto al actual edificio de Bambi. 
    R: Había treinta niños. Fue la primera vez en la historia de Dénia que se juntaron niños y niñas. Y soportamos críticas. Iban haciéndose mayores y eso de que estuvieran juntos en el colegio era como si fuésemos unos bichos raros. Pero también tuvimos acogida de muchas familias que siempre fueron un gran apoyo y que supieron esperar a ver que Paidos fuese una realidad. Llegaron a venir alumnos de Calp o Altea buscando esa forma nueva de educar. Ahora la coeducación es algo normal pero en aquella época, no. Igual que hacer deporte los niños y las niñas juntos, y que ellas jugaran al fútbol o al baloncesto. Tenía al lado un grupo de profesores con los que siempre fue un gusto trabajar.
    P: ¿Hubo problemas?
    R: Problemas y zancadillas siempre las ha habido. Íbamos de excursión y al ver bajar a todos los alumnos juntos, pues te miraban un poco… Y en Dénia, también. El tiempo nos ha dado la razón y los otros centros están en la misma línea.
    P: Se rompieron muchos moldes.
    R: Trabajábamos los Derechos Humanos, que en aquella época era impensable. Fuimos también centro experimental del valenciano ya que, a pesar de que no era obligatorio, pensamos que era interesante que los alumnos conocieran la lengua y la cultura valenciana. También fuimos el primero donde se impartió inglés, llevando intercambios de alumnos/as con colegios en Inglaterra.
    P: ¿Se considera que ha sido una supermujer?
    R: Yo soy una persona bastante normal. 
    P: Ha tenido que conciliar su papel como madre, profesora, directora, empresaria…
    R: Es difícil pero no imposible. Me lo puso fácil mi familia y en el trabajo. Creo que las personas sacamos fuerzas de donde no hay. El verano siempre era para preparar el inicio del curso siguiente. Mirar hacia adelante y ser positivos, es lo que recomendaría siempre. 
    P: Tuvo el apoyo de muchas familias de Dénia, a las que además se involucró en la vida escolar.
    R: Hay muchas familias que siempre fueron un gran apoyo y esperaron a ver que Paidos fuese una realidad. Contábamos con ellos en momentos difíciles. Hacíamos viajes AMPA-colegio. Íbamos a la nieve (estaba Mari Ángeles Roselló de presidenta de la AMPA) y nos fuimos 150 alumnos con las familias. Tiene que estar fusionado el colegio y la familia. Se debe ir en la misma dirección ya que la finalidad es lograr una Educación Integral de los Menores que son a su vez hijos y alumnos. Hoy en día hay familias que quieren saber más que los docentes; antes no ocurría, había más respeto hacía la figura del profesor. El docente es el que está preparado para realizar esa función. Y detrás hay un equipo directivo muy preparado y crea las directrices a llevar a cabo.
    P: Continúa acudiendo a diario a Paidos.
    R: Estoy prejubilada y aquí estoy en segundo lugar, esperando poder hacer realidad esa jubilación. 
    P: Sus hijos se han hecho cargo del centro. 
    P: Sara lleva la dirección, Alfonso está en administración y el deporte. Actualmente hay un equipo directivo muy preparado. Realmente ya no hago falta, pero quieren que esté aquí para apoyarles y eso estoy haciendo. 
    P: Ha contado con el apoyo de su marido, Antonio Llorca, y de sus hijos. 
    R: Ha sido una suerte tener a mi familia cerca. A mis hijos siempre les hemos dado libertad de elección en sus estudios y al final han optado por continuar en el colegio. Para mí, es una tranquilidad porque continuará Paidos . 
    P: ¿Cree que el libro de texto desparecerá de las aulas?
    R: No creo que se pierda. Los libros de texto son necesarios. También se han introducido diferentes herramientas con la evolución de la tecnología. En matemáticas estamos utilizando un programa Jump Math, que son dos cuadernos de trabajo. A veces, en matemáticas se mecanizan los procesos sin saber el porqué y lo que se pretende es que entiendan los conceptos primero para luego automatizar los algoritmos.. 
    P: ¿Se puede aprender de forma divertida?
    R: Siempre ha sido uno de nuestros objetivos, pero sin pasarse. Hay que utilizar el juego para enseñar, pero llega un momento en que tienen que tener unos hábitos y unos conocimientos, y no puede ser solo juego. 
    P: ¿Por qué se acogió al modelo de enseñanza concertada?
    R: Para que todo el mundo pudiera acceder al centro. Al principio, decían que los de Paidos eran unos niños pijos, y así Paidos era accesible a todas las familias. 
    P: ¿Es rentable desde el punto de vista empresarial? 
    R No. Los conciertos están congelados desde hace diez años, esto lo aclara todo. Ofertamos el servicio de comedor (tramitando becas de la Conselleria para las familias que lo precisen), luego les ofertamos un paquete de seis actividades, de las que las familias pueden escoger dos y solo pagan 29 euros/mes. Es una forma de intentar neutralizar el déficit del concierto. 
    P: En los últimos años ha habido una sopa de siglas de las leyes educativas. 
    R: Es para llorar. Ya es hora de que los políticos respeten la educación en este país y sean capaces de dejar su ideología a un lado, poner profesionales de la educación para hacer una ley de todos para todos. 
    P: ¿Qué opina de la ley Celaá?
    R: No he entrado a leerla al completo, pero será como todas las anteriores, tendrá cosas buenas y malas. Lo triste es que la haga un partido político, bien sea de derechas o de izquierdas. Porque siempre hay unos detractores a esa ley. Ya es hora de que en este país se pongan todos de acuerdo y, como he dicho antes, hacer una ley de todos para todos. Esto es absurdo. Esta ley tiene que fracasar como han fracasado las anteriores. 
    P: ¿Cuál cree que debe ser el papel de la escuela en la sociedad?
    R: Formar a los alumnos dentro del Ideario del centro, en el que deben conocer y compartir las familias para ir todos en la misma dirección
    P: ¿Echa de menos dar clases?
    R: Creo que los profesores que hay hoy conocen mejor las herramientas actuales. A mí me gusta el contacto con los alumnos, procuro estar con ellos, hablar con ellos, pero hay que dejar paso a la gente joven para el trabajo docente y directo con ellos. 
    P: ¿Ha sido un acierto o un error mantener los colegios abiertos este curso?
    R: Si se hacen las cosas bien, no lo veo mal. La mayoría de las familias lo precisan para poder ejercitar sus trabajos y de esta forma el alumnado no pierde el ritmo de trabajo. Hay diferentes opiniones, pero me doy cuenta de que no hay casos graves dentro de los centros. Si hay algún alumno o profesor positivo, se comunica con Salud Publica y se sigue las instrucciones que se nos facilitan desde allí. Además, en la fase de confinamiento no todos los alumnos podían tener medios tecnológicos para estar trabajando. Nosotros llegamos a facilitar tabletas a algunos alumnos. La situación actual es complicada para todos. 

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