Adolfo Utor: "¿Quién defiende los intereses de los usuarios de la Panseta y de los miles de pasajeros que gastan en Dénia camino de las Baleares?"

Adolfo Utor:
  10/08/2015

A propósito del decreto del Ayuntamiento de Dénia, desautorizando a última hora la celebración del festival Montgorock en las instalaciones de la estación marítima, alegando falta de seguridad en los accesos exteriores al recinto, el presidente de Baleària, Adolfo Utor, sale al paso de las críticas que se han hecho desde colectivos como los taxistas que opinan por ejemplo que el barco La Panseta les hace la competencia porque ofrece un servicio gratuito y resta viajes de taxi. Utor se pregunta si los intereses de un gremio deben prevalecer sobre los intereses generales y recuerda que nadie defiende los derechos de los clientes de la naviera que en muchos casos tienen que desplazarse hasta la estación marítima a pie y soportando el sol. Ni tampoco los de las personas que cada día tienen que sufrir las incomodidades de la estación de autobuses. 

La opinión de Adolfo Utor surge de la conversación mantenida con un conductor del trenet de Dénia: "Le pregunté el por qué de su beligerancia contra la idea de establecer la estación de autobuses en Baleària Port, y el hombre, tan cómodo como en sus actuaciones televisivas, más o menos me respondió: "Yo contra Baleària no tengo nada, pero tenéis a los taxistas contentos: para ellos son muy importantes las carreras de los pasajeros entre la estación de bus y la marítima". Además añadió que el barco solar La Panseta también afecta negativamente a sus intereses gremiales, y remató comentando que los municipales también están que arden, pues los nuevos responsables públicos les obligan a ordenar el tráfico en la entrada del puerto para evitar que se colapse con vehículos mal aparcados como cada verano. Se despachó a su gusto el hombre, como lo suele hacer en las redes". Utor se pregunta si los intereses gremiales de los taxistas y de la Policía Local son los gobiernan la ciudad. A su juicio, "sus opiniones son legítimas y respetables, y afortunadamente pueden expresarlas libremente a través de redes sociales, pública o anónimamente. Pero también es cierto que sus intereses no tienen por qué coincidir con los intereses generales ni con los también legítimos intereses de otros gremios".

Y se pregunta: "¿Quién defiende los intereses de las decenas de miles de personas que utilizan cada año La Panseta? ¿Y de los centenares de miles de pasajeros que cada año gastan y consumen en Dénia de camino hacia las Islas Baleares?"

El presidente de la naviera ha roto "una lanza a favor de la legión de pasajeros que diariamente utilizan la tercermundista y peligrosa estación de autobuses de Dénia, y que se desplazan bajo el sol, cargados con maletas, hasta La Panseta, para acortar su calvario hasta la estación marítima. Ellos van de paso y no reparan en nuestras redes sociales locales".

En esta misma línea defiende "en nombre de la empresa que presido y cuyo éxito en gran parte reside tal vez en el interés que prestamos a nuestros clientes, los centenares de miles de personas que cada año pasan por nuestra querida Dénia".  Por ello, según explica Utor, Balearia Port dispone de una parada de autobuses "amplia, moderna, segura, para 14 autobuses, con sus correspondientes andenes, aparcamientos y servicios, y con el noble objetivo de aportar una estación intermodal a nuestra ciudad y facilitar el tránsito de los pasajeros". Advierte de que "en ningún caso pretendemos perjudicar ni a taxistas ni a municipales". "El mismo criterio es de aplicación al barco solar gratuito La Panseta", recuerda.

Adolfo Utor sostiene que "la naviera emplea recursos económicos privados sin pedir contrapartida alguna ni a ciudadanía ni a pasajeros" e insiste en que los intereses particulares de gremios deben prevalecer sobre los intereses generales". 

La reflexión de Adolfo Utor acaba señalando que "de Policía Local, botellones y MontgoRock tal vez hable en otra ocasión, o no. Desde aquí mi más sincera simpatía y solidaridad con el arruinado y valiente promotor del frustrado evento, José Antonio Serrano".

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