A la luna de Valencia: Crisis a la francesa
Me he marchado hacia las tierras astures y leonesas, buscando el frescor de la noche, ya que durante el día los termómetros alcanzaban, en esa zona, cifras semejantes a las de nuestras tierras mediterráneas. Durante este corto período de tiempo, el mundo ha seguido rodando alrededor, no del sol, que aún no se acepta en algunos ambientes si Galileo tenía razón, sino de los mercados, las primas de riesgo, la bolsa, los bancos. Todos los nombrados quieren más, mucho más, aunque tengan que cargarse el minúsculo estado de bienestar del que disfrutamos en este país, a años-luz del estado de bienestar que disfrutan otros países europeos, entre ellos Francia.
Hago hincapié en Francia, porque he leído una noticia, que puede ser la serpiente de verano informativa de este año. Un grupo de hombres y mujeres, altos dirigentes de empresas, financieros, profesionales, poseedores de grandes fortunas, han pedido en una carta dirigida al periódico Nouvel Observateur, que el Estado francés, al que consideran en crisis, les aumente los impuestos, así como suena, que les aumente los impuestos. Sería una contribución excepcional, que afectaría a los contribuyentes franceses más favorecidos, debiendo ser una contribución razonable, para evitar el crecimiento de la evasión fiscal (sic). Añaden que son conscientes que han sido beneficiados de un entorno y un modelo francés, por lo que desean preservar ese modelo. Aunque consideran que esta medida no es una solución por si misma, si que debe insertarse en un esfuerzo más global de reforma, tanto de los ingresos como de los gastos del Estado. En un momento en el que el déficit de las finanzas públicas y su presumible agravamiento amenazan el porvenir de Francia y de Europa, cuando el gobierno pide todos los esfuerzos de solidaridad, les parece a estos afortunados que tienen el deber de contribuir. Este extracto del comunicado mencionado, me deja, como mínimo, asombrado. Como me dejaba asombrado, después de la guerra mundial, el esfuerzo solidario que hicieron los alemanes para reconstruir su destruido país.
Aunque las comparaciones suelen ser odiosas, la petición de los mencionados franceses no tienen nada que ver con los "esfuerzos" de dirigentes, tanto políticos como económicos españoles, propicios en aumentarse nóminas, primas, fondos de pensiones, indemnizaciones. Ahora, eso si, exigiendo rebajas salariales, despido gratuito, copagos, aumento de los impuestos sobre las pensiones, mientras se exige que no haya más presión fiscal,....Y encima, los políticos solo se han puesto de acuerdo en reformar la Constitución española para ponerle un techo al déficit presupuestario, al que hay que acudir en última instancia, para preservar el Estado de bienestar, ese bienestar que solo necesitan los pobres o próximos a serlo. Es decir la gran mayoría de este país.