A la luna de Valencia: Payasos
Una cadena televisiva nos ha vuelto a deleitar con "El mayor espectáculo del mundo", el mundo del circo, de las fieras, de los trapecistas, equilibristas y sobre todo de los payasos. La trama nos muestra amoríos, envidias, competencia leal y desleal. Los personajes entrecruzan sus vidas. Solo el payaso Botones, siempre escondido detrás de su cara pintada, esconde un drama que marcó su vida anterior y por el que es detenido después de salvar al chico de la película de una muerte cierta. En fin, el circo es la sociedad, que no sabe, ni quiere saber de los dramatismos de la vida.
Todo este preámbulo solo sirve para que nos podamos centrar en el momento actual, con la crisis que nos rodea, nos invade, que puede que nos lleve a un choque de trenes, uno en el que vamos todos, encerrados en jaulas, hacinados en vagones colectivos, otro en el que cómodamente instalados, se desplazan los "mercados". ¿Y los payasos?. Van de un tren a otro, haciendo malabares, sacando una flor del mismo sombrero del que sale un chorro de tinta con el que nos ensucian la cara, haciendo reír a los "mercados", aunque caricaturizan sus vidas. Les hacen y nos hacen reír, porque es preferible reír que llorar, dicen, aunque muchos estemos más cercanos al llanto y el crujir de dientes eterno que nos promete el Apocalipsis para el Juicio final, ahí donde todos nos veremos las caras y sabremos que ha pasado con el mal bicho que nos hizo sufrir, si se ha ido al infierno o está sentado, después de una buena confesión y un paso por el Purgatorio, a la diestra de Dios, justo, misericordioso. Porque hay quien piensa que hasta la gloria eterna está en venta y la pueden comprar en la Bolsa.
Soy de los que creen que hay una JUSTICIA, así con mayúsculas, y el que la hace la paga. En todo caso, hasta al más poderoso, al más rico, al mayor especulador le llegará el momento en que exhale su último suspiro, porque de ese momento no se escapa nadie. ¿De qué le servirá entonces el inmenso capital acumulado? Tendrá un funeral especial. Después, su cuerpo se lo comerán los gusanos, en el supuesto que no le hayan pasado por el crematorio. ¿Se imaginan a un "mercado" con un gusano que le salga por la nariz?. ¿Se pueden imaginar los gritos que puede dar un "mercado", que ha sufrido un sueño que ha hecho creer a todo el mundo que estaba muerto y que ha sido llevado al crematorio?. Mientras tanto habrá un "broker", que en la Gran Bretaña ya está anunciando el Apocalipsis, profetizando que no habrá mierda para todos. Lo avisa para que se pongan a recoger toda la que puedan conseguir.