A la luna de Valencia: Siete mil millones de habitantes
El 30 de octubre de 2011 ha nacido el ser humano 7.000 millones, sí, sí, siete mil millones. Unos dicen que ha nacido en China, pero sus dirigentes lo niegan pues les estropea la estadística y su maravilloso plan de contención de la demografía de su país, que con 5.000 millones de habitantes, está que revienta. Otros dicen que ha nacido en la India, que también está que se sale. Algunos apuntan a Rusia. Parece ser que ha nacido en las Filipinas, concretamente en Manila, que es una niña y que se llama Danica. ¡Enhorabuena a la familia de la recién nacida por haber entrado en la Historia! ¿Enhorabuena?, se dirán algunos, poniendo en primer plano las carencias de alimentos, atención sanitaria, escuelas y sobre todo la avaricia de los mercados, dispuestos a engullirse todo lo que no les produzca beneficios, que es casi todo.
He consultado la bibliografía y he visto que en el año 1950 éramos unos 2.500 millones. Esa cifra se duplicó 30 años después y desde 2000 ha aumentado 1.000 millones. La culpa de ese crecimiento, y he escrito conscientemente "la culpa", ha sido la disminución de las tasas de mortalidad infantil, la disminución de la mortalidad senil, todo gracias a que la medicina ha progresado, impidiendo que los seres humanos se mueran gracias a los avances terapéuticos, el aumento del nivel de vida con la consiguiente disminución de la pobreza ¡ay las estadísticas¡, la mayor educación cívica, tasas de natalidad elevadas, con la disminución de las muertes de madres e hijos en el embarazo o en el parto.
Aunque la producción de alimentos se ha multiplicado exponencialmente, existe un déficit productivo que a largo plazo producirá la hambruna general de la Humanidad, como la que ya se produce en ciertos lugares, esos que nos sacan en la televisión a las horas de las comidas.
Ya habrán oído o leído en alguna parte que sobramos muchos. A algunos les he oído decir que para ahorrar, a los de mayor edad nos podrían poner en un barco y hundirlo para disfrute de las gambas, merluzas y otros carroñeros marinos. Dicen que la sociedad se ahorraría dinero en pensiones, médicos y medicamentos, camas hospitalarias, plazas para residentes dependientes, que además ahorrarían el pago de la ayuda, mejor dicho evitarían que el no pago de esa ayuda salga en los medios informativos y llegue a la opinión pública, que es lo que importa. También habrán oído clamar contra las guerras que producen daños colaterales, es decir que producen bajas en la población civil, sobre todo. Puro cinismo.
Hace falta, según los que están próximos a los "mercados", que haya una despoblación. Y como una guerra de destrucción masiva es incontrolable y también les puede tocar a los que la promuevan, porque los refugios, por muy protegidos que estén contra radiaciones, gases tóxicos, bacterias muy patógenas, en casos de que haya ese tipo de guerras, no es segura la protección total.
Y yo me digo, ya que soy de naturaleza mal pensado, ¿ No estarán esas fuerzas ocultas y desconocidas actuando ya?. Piensen un poco y si ven que se están produciendo recortes económicos en sanidad, en camas hospitalarias, en dispensación de medicamentos, reducción de la atención a la tercera edad, disminución de las pensiones, aumento desmesurado del paro por destrucción masiva de puestos de trabajo, que no solo se destruyen en nuestro país, pues en países como EEUU también hay un aumento del paro, puede ser una forma "civilizada" de disminuir la población mundial. ¡Pequeña Danica! Que vivas muchos años. Y yo que te vea crecer feliz.