Camisas con el encanto de Xàbia y la energía del Montgó

LLUÍS PONS

Qué el encanto de Xàbia ha sido fuente de inspiración para artistas es algo que se conoce desde tiempos inmemoriales (si no que le pregunten al célebre pintor Joaquín Sorolla). Aún hoy lo sigue siendo, por el sol, por la fascinación de sus rincones o por la energía del Montgó. Algo debe de haber para que almas creativas como las de Lol y José Bernat (39 y 45 años), una pareja de nómadas corremundos de procedencia belga, encuentren su sitio para establecerse y reinventar una nueva vida. Hasta ahora lo suyo había sido un trajinar de un lado para otro, viajar y conocer culturas, pero necesitaban algo nuevo, más estable, principalmente para poder dedicar más tiempo a sus hijos. Lol dirigía dos tiendas de ropa en Bélgica, donde además vendía complementos y cualquier otro producto procedente de los países que visitaba que encajaba en su estilo. Nació en París, un hermano suyo en Boston, tiene familia en Inglaterra, pasaporte canadiense y su abuelo viajó durante años a la China. El perro que brinca por el jardín de la casa a la caza de golondrinas se llama Tokio. José nació en Tavernes de la Valldigna pero a los cuatro años se trasladó a Bélgica y recientemente ha vivido en Ibiza. Sin duda para esta pareja de gypsies el mundo es un pañuelo.

En 2017 buscaban con sus hijos un sitio donde reubicarse. Todos los rastreos les llevaban a Xàbia y allí viajaron en marzo de ese mismo año para disfrutar de un fin de semana. “Una hora después de llegar ya sabíamos que este era nuestro destino”, comenta Lol. Le atrapó la magia del Montgó, al que imagina como un elefante recostado, “mi animal preferido desde pequeña”. Se la nota muy feliz en compañía del elefante, que protege la sencilla y muy acogedora vivienda de la partida Tarraula, rodeada de naranjos, en la que han residido en estos últimos cinco años. Temporalmente, porque van a trasladarse de nuevo, pero en este caso sin salir de Xàbia.

Ahora Lol, que se formó en diseño de ropa en Bélgica, es la que está más al frente de un proyecto de creación y venta de camisas “made in Xàbia”, que han impulsado desde que se instalaron en el municipio, mientras su marido atiende otros menesteres profesionales. Importa la tela 100% algodón desde Abiyán, ciudad de la Costa de Marfil (África), donde la adquiere en los mercados. Son telas de colores vivos y enérgicos como el sol de Xàbia y con referencias a animales o elementos cargados de mensajes y simbolismos. La costurera Valle se encarga de plasmar la idea y los acabados.

XÀBIA Y SUS GENTES

El siguiente paso es la promoción, que también focaliza en Xàbia, concretamente en sus gentes. “Soy una enamorada de la gente del pueblo, nos han hecho sentir como en casa desde el primer día”, advierte Lol. De hecho, se han integrado de inmediato y han creado su propia “tribu”, a la que pertenecen por ejemplo Lina y Alberto, de Frutería Rosendo, Gertrudis y José Juan, de la pajarería, o Salva y Lorena, del Bar Mercat. Son algunos de los vecinos que han posado como modelos con sus camisas. Y le apasiona también el ambiente del Centre Històric, sus calles y sus costumbres, entre ellas la de “mediterranear” y tomarse unas cañas en pleno corazón de Xàbia. “A pesar de que procedo de Bélgica, un país tan cervecero, nunca antes había probado la cerveza”, advierte.

La última fase es la venta. Y ahí se enfrenta con la contradicción. A una enamorada, como es ella, del trato estrecho y amable que encuentra en la proximidad no deja de provocarle cierto conflicto existencial tener que recurrir al e-comerce, pero que trata de combatir buscando también la proximidad a través de las redes, con videos o mensajes directos a sus clientes. Es en definitiva un nuevo modelo de comunicación que se ha consolidado con la pandemia y contra el que es mejor unirse que no luchar en frente abierto. Aun así, la tienda de Lupe Català en Duanes dispone de sus productos a la venta. Además de camisas crea pantalones y otros complementos, tanto para ella como para él, y para vestir también a los más pequeños. Le va bien, y encima le queda la tarde libre para disfrutar con sus hijos. La marca de la línea resume la esencia del proyecto: Two Gypsies in the Sun.

Llegué a Tarraula a por camisas y regresé con una historia. Lo intuí en cuestión de minutos, sin apenas llegar a la hora. Solo por el contacto, Paquitus -otro de la tribu-, ya uno se garantiza irremediablemente una crónica prometedora, cuanto menos extrovertida.