Del verbo "aspirar"

  10/09/2011

Guillermo_Ares_Opinion

Desde sus inicios, el ser humano busca su comodidad, cada uno de sus inventos ha sido pensado para trabajar menos con el mismo rendimiento o para rendir más con muy poco más de esfuerzo, ganar tiempo o conseguir resultados más satisfactorios.

Así nació el "aspirador", un aparato increíble que revolucionó desde las tareas del hogar hasta la más alta cirugía pasando por talleres de todo tipo.

También se entiende por "aspirar" como un acto de deseo, "aspiro a ser mejor persona", aunque no todos lo consigan.

Otra de las acepciones es el "aspirante" que últimamente se cambió por "becario".

No sé muy bien el por qué de este cambio ya que el aspirante no necesariamente recibe una beca y el becario que trabaja sin sueldo en una empresa siempre es aspirante a cobrar algún día.

La lista de aspirantes puede ser infinita, de la que quiero destacar a un par de sectores que llevan una buena temporada aspirando.

Los parados aspiran a dejar de serlo, algunos, otros están cobrando el paro mientras hacen chapuzas a domicilio cobrando en negro y poco les interesa dejar de ser parados para cobrar la mitad.

Los políticos aspiran a acabar con el paro, también aspiran a crear empleo y lo más insólito: aspiran a que les creamos.

Cualquiera que sepa sumar dos más dos, podrá suponer que para crear empleo hay que crear un puesto de trabajo que produzca algo, ese algo acaba siendo parte de un producto que habrá que vender y aquí se cierra el círculo.

No hay quien compre.

Pero, nuestros aspirantes a presidente, aspiran a acabar con el desempleo, aspiran con que les creamos y aspiran a que les votemos.

Nuestras masas de electores no tienen una formación política adecuada, es el trabajo que se ha venido haciendo en la educación de estos últimos años, aspirando, seguramente, a poder engañarles fácilmente con aspiraciones, perdón... con promesas que llenen las aspiraciones de quienes tenían el BMW y aspiran con volver a tenerlo a base del profundo conocimiento de poner ladrillos sin que haya dónde.

Aspiremos hondo, se vienen las elecciones.

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