El gobierno de Ondara propone una bajada de IBI en 2023 a la vista del saneamiento de las arcas municipales

El contar con el acta de arqueo -dinero líquido en las cuentas públicas- de 2.670.812 euros, fechada en octubre de 2022 ha motivado al equipo de gobierno de Ondaraa proponer una bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles para el próximo ejercicio, dada la amortización de todos los préstamos en los años anteriores. Según destacan en un comunicado, este saneamiento de las arcas municipales ha sido gracias a las medidas de ahorro y haber realizado todas las inversiones con fondos del propio Ayuntamiento, sin recurrir a nuevos endeudamientos.

En ello, la nota incide en que cuando el equipo PSPV-Compromís entró a gobernar en 2015 la primera acta de arqueo firmada por la Concejala de Hacienda fue de 55.920 euros; los préstamos del Ayuntamiento ascendían a 3.778.000 euros, siendo la deuda por habitante 569 euros.

“Gracias a la liquidez y solvencia actual de las cuentas municipales a las que se ha llegado con Raquel López como concejala de Hacienda, se pretende aplicar para 2023 una bajada en el recibo del IBI que pagan los vecinos y vecinas de Ondara” ha justificado el alcalde, para especificar que el decremento será de un 4,48% del recibo, pasando de un tipo impositivo actual de 0,67 a 0,64.

Asimismo ha confirmado que la iniciativa será elevada a la aprobación del pleno ordinario de octubre, para que pueda aplicarse a todos los recibos del IBI de urbana del pueblo durante 2023, aunque si bien la rebaja de ese impuesto supondrá una caída de los ingresos en los presupuestos municipales de 2023, teniendo en cuenta que los precios de todo se están subiendo, la situación económica actual del Ayuntamiento de Ondara permitirá asumir esta merma en los ingresos sin llevar a la quiebra en las cuentas municipales ni repercutir un mayor coste a la ciudadanía. Este extremo ha sido justificado por Ramiro en aras a que la deuda por habitante en Ondara es actualmente de cero euros y que, desde 2020 el Ayuntamiento no tiene pendiente el pago de ningún préstamo por las medidas de ahorro y esfuerzos en contención de el gasto de todas las Concejalías del Ayuntamiento.

Ramiro ha aprovechado para relacionar el tema con la evolución del Impuesto de Bienes Inmuebles en Ondara, para remarcar que en 2012 se solicitó la revisión catastral, en 2013 entró en vigor lo conocido como “ catastrás” y se produjo un incremento desmedido del valor de las viviendas del municipio. En esa dinámica, según subraya, la subida de la base liquidable se ha realizado porcentualmente anual, un 10% cada año, hasta 2022.

"El gobierno local empezó a bajar el tipo impositivo año tras año, para que la subida en los recibos del IBI no subiera tan drásticamente" ha apuntado Ramiro para recordar que en 2014 el coeficiente del IBI era 0,85, y se bajó al 0,77 en 2015, lo que supuso una reducción del 9,41%. Aparte, en esa deriva se han ido aplicando nuevas rebajas en los años 2016 –coeficiente 0,73, que se traduce en un 5,19% de reducción en el recibo, 2017 –coeficiente 0,70, y un 4,11% - y 2018 -coeficiente 0,67, y al remate, reducción del 4,29%.- en relación al año anterior. Aparte, indica que en 2019 y 2020 se decidió actuar en la bajada del valor catastral en lugar de la bajada del coeficiente del IBI como medio para amortiguar el “cadastrado”, de forma que se siguió compensando el recibo vía revalorización a la baja del valor catastral que permitía el Ministerio de Hacienda. Mide esta última, que, especifica, se solicitó en los últimos ejercicios por parte del Ayuntamiento de Ondara directamente al Ministerio de Hacienda, y que se ha permitido porque la modificación catastral realizada en 2012 resultó ser especialmente onerosa.

Para Ramiro, el actuar sobre el valor catastral ha afectado positivamente también a los años posteriores, porque al ir reduciéndose progresivamente el valor catastral de los inmuebles se paga al final un recibo por el IBI de menor cuantía; en concreto, la disminución del valor catastral fue del 7% en 2019 y del 3% en 2020.

La propuesta para 2023, a juicio del alcalde “vendrá a aliviar la carga fiscal de la ciudadanía de Ondara en una época especialmente complicada para todos, debido a la inflación, los costes energéticos y la subida de los tipos de interés que afectan a todas las familias”.