Els Magazinos hace un nuevo guiño a la tradición hostelera

Els Magazinos hace un nuevo guiño a la tradición hostelera
  22/01/2022
Casa Meua és Casa Teua nos invita a conocer la Tasca Eulalia

 

Pocos habrá que no conozcan la Tasca Eulalia, uno de los iconos de la hostelería de Marqués de Campo. El local está gestionado por una familia con amplia experiencia en el campo de la restauración y que ha sabido adaptarlo -en los gustos, en la demanda y en el trato con la clientela- a los cambios que se han producido a lo largo de sus años de historia, que no son pocos. Eso sí, siempre haciendo gala de ese don de gentes que caracterizó desde el primer momento al cabeza de familia, Jaime Vives Masó, cuando siendo todavía muy joven cambió la navaja de barbero por la barra de un bar. Sus hijos Jaime y Juan Antonio han seguido los pasos del padre y dos de sus nietos han aterrizado no hace mucho en el negocio con ganas de aportar, sobre todo, “aire fresco”, como ellos dicen. El establecimiento cumple este año su cuarenta aniversario y Els Magazinos, en su afán por hacernos sentir más nuestro todo aquello que ha contribuido a hacer grande la gastronomía de Dénia y la Marina Alta, nos invita a conocerlo un poco mejor con su programa Casa Meua és Casa Teua.

            Cuatro locales en Marqués de Campo y otro, aunque por un espacio de tiempo menor, en la Punta Negra conforman el listado de negocios hosteleros que llevan su firma. Un joven Jaime Vives Masó que se negaba a seguir las huellas de su padre -barbero de profesión- empezó a trabajar como camarero en el Bar Paco, en Els Quatre Cantons, donde entraba en contacto con la hostelería sin saber que su nombre quedaría ligado a ella para siempre. Abriría en sociedad en 1967 la cafetería San Remo (hoy una heladería), un local moderno para la época con amplios ventanales y subterráneo. Compaginaría el negocio con un local frecuentado por valencianos donde se hacían paellas y se servía sangría, el Bar Jaime, situado en una casa familiar de la Punta Negra (en Les Rotes) reconvertida por un tiempo en local de hostelería. Sería en El Quijote, que regentó durante un buen puñado de años, donde sus hijos Jaime y Juan Antonio harían sus pinitos, primero –“cuando salíamos del colegio de los Maristas y en pantalón corto”- ayudando a limpiar, a hacer cafés o yendo a por hielo a la fábrica; y luego, como camareros. “Nosotros los sábados no teníamos futbito, teníamos bar”, bromean.

El Quijote siguió en la cocina la tradición del San Remo: tapas, ensaladilla, sopa cubierta, platos combinados, coctel de gambas… pero Jaime Vives le dio personalidad y, una vez más, se adelantó a su tiempo creando un espacio diferenciado que se convirtió en lugar de reunión: el salón de té. Allí podías encontrar más de 15 referencias de whisky distintas y, en una moderna máquina americana, elegir la música que querías escuchar. Sus hijos cuentan que muchas veces la gente bailaba y que el local se convirtió en una especie de bar de “tardeo”, un punto de encuentro especialmente animado cuando se celebraban las verbenas de las fiestas en la calle Marqués de Campo. “Entonces, los veranos duraban seis meses”, añaden.

Jaime ‘el del Quijote’, como popularmente se le conocía, se haría cargo de la Tasca Eulalia en 1984, dos años después de que abriese sus puertas. El Quijote lo traspasaría poco tiempo después y, acabada la mili, sus hijos Jaime y Juan Antonio tomarían las riendas del nuevo negocio. Se abría una nueva etapa marcada que incluyó la apertura de La Tasca 2, en la parte baja de Marqués de Campo, una aventura que tuvo una duración de quince años. Casi nada.

            Si El Quijote estaba concurrido los días de fiesta mayor, es difícil describir como se ha puesto La Tasca durante años el día de la ‘entrà dels bous’. La fiesta estaba en La Tasca y La Tasca era una fiesta. Anécdotas hay muchas. Entre ellas, la entrada del manso en el interior del local.

            La Tasca es lugar de reunión, de quedadas en días de carrozas, moros o Reyes, con clientela fija a la hora del desayuno y clientes fieles a sus menús diarios. Es perfecta para el tapeo, para degustar producto fresco, buen jamón y una esmerada selección de vinos. De eso saben mucho Jaime y Juan Antonio Vives Pons, que han modernizado el local y la carta. Con el paso de los años, han visto cómo ha cambiado también la procedencia de quienes vienen de fuera y gustan de su servicio. “Antes había muchos más extranjeros y ahora hay mucho turista nacional”, explican.

            Con Cristina Vives Moreno (hija de Jaime) y Juan Antonio Vives Fontanet (hijo de Juan Antonio) metidos de lleno en el negocio han emprendido una nueva aventura que no ha de sonar a jubilación, porque ellos tienen cuerda para rato. Su incorporación es “una motivación más” para seguir adelante y una oportunidad de introducir cambios y nuevas ideas sin que el local pierda ese carácter familiar que te hace sentir cómodo.

            Para el jueves que viene, 27 de enero, y dentro del programa Casa Meua és Casa Teua de Els Magazinos, han preparado un menú que incluye algunos de sus platos más emblemáticos. Está compuesto por ensalada de tomate pelado y aguacate con ventresca y bacallaret; croquetas con jamón ibérico; croquetas de bacalao caseras; sepia guisada con habitas baby; pelota de cocido de Consuelo; huevos Eulalia con pluma ibérica; y, de postre, tarta de calabaza y chocolate o Tarta Eulalia de almendra y coco. Y para regar la cena, cerveza Turia y vino de una joven bodega pero de larga tradición de Fontanars dels Alforins, malvasía (blanco) y garnacha Clos de Lôm, con muy buena puntuación en la valoración de Tim Atkin. Las reservas se pueden hacer al teléfono 965786479. No sabemos si esa noche se escuchará la banda sonora del local, como algunos han bautizado la debilidad de Jaime por Julio Iglesias. Pero cenar, seguro que se cena bien.

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