En Marte fabricaban coches

Prácticamente agotado el tema catalanes, Rajoy, Mas, corrupción, nuevos gobiernos locales que hacen, que no hacen y que hacen menos de lo que se les exige con o sin razones por ambas partes, va y aparece el escándalo de los coches, todo un deshielo para derramar ríos de tinta o gastar teclados durante unos días.

Quién iba a decir que las marcas más prestigiosas del mercado, que empresarios de países como Alemania, ejemplos de honestidad y buen hacer, hayan caído tan bajo como para hacer trampa nada menos que en una docena de millones de vehículos donde se jugaban cifras de vértigo en miles de euros por cada coche.

Resulta que están descubriendo que Marte pudo ser como la Tierra y que, por alguna aún inexplicable razón, está desmoronada.

Yo no seguiría investigando, si los habitantes de Marte eran como los terráqueos, ya sabemos por qué Marte es un planeta destrozado.

Aunque los humanos somos como somos, aceptemos la posibilidad de semejante disparate, y por supuesto aceptemos también la dimisión de los centenares de cargos altísimos, altos, medios, intermedios y bajos que seguro supieron este tema en su momento o más tarde o temprano.

Quienes lo gestaron, los que lo aprobaron, los que lo elevaron a las altas esferas, las esferas que dieron su beneplácito y todos aquellos que callaron, por complicidad y los inútiles que no se enteraron de qué estaba pasando en sus departamentos.

Las fábricas no deben temer por sus obreros sino por todos estos involucrados que jamás saldrán a la luz, que nunca dimitirán ni serán juzgados por delito alguno y, por supuesto, ningún despido masivo, tal vez algún pobre infeliz que perderá su trabajo en solitario aún tirando de la manta.

El Planeta es de "ellos", terminaremos como Marte, pero no lo veremos nosotros ni los que mientras, viven una vida de señores a cuenta del cuento, la mentira y el delito.