Escuelas de verano y guarderías se reinventan para adaptarse a la nueva normalidad

Hay más incertidumbre sobre el futuro laboral que miedo al contagio en estos centros

Si los progenitores trabajan tienen prioridad para conseguir una plaza para sus hijos

El fin de la declaración del Estado de Alarma y la tan ansiada nueva normalidad coinciden con la llegada del verano. Tiempo de vacaciones escolares y período en el que se hace más difícil todavía conciliar la vida familiar y la laboral. La crisis sanitaria y el confinamiento han adelantado esta dificultad y la hemos vencido durante meses a la fuerza. Pero muchos padres y madres dejarán de teletrabajar –aunque se recomienda seguir, siempre que sea posible, claro- y volverán a buscar alternativas para dejar a sus hijos e hijas atendidos, con amigos y con actividades de ocio y tiempo libre, aunque sea por unas horas. Muchos ayuntamientos –por no decir casi todos- preparan ya las Escuelas de Verano y las guarderías tienen todo a punto para abrir pero con restricciones y muchas medidas de seguridad.

La Dirección General de Salud Pública y Adiciones ha emitido un informe, con fecha 8 de junio, en el que marca el protocolo sanitario para el desarrollo de actividades de tiempo libre y ocio educativo. En este documento hay un apartado sobre las medidas específicas para las escuelas de verano, incluyendo a la población de Educación Infantil. Se recomiendan priorizar las actividades al aire libre y, si el número de participantes impide respetar las medidas personales de higiene y prevención, hay que establecer dos turnos, con un máximo de 6 horas de duración. Si las actividades son al aire libre, se limitará el número de participantes al 50% de la capacidad máxima habitual y, si se hacen en espacios cerrados, el porcentaje baja a un tercio. En ambos casos, hay que organizar subgrupos de 10 participantes como máximo que serán atendidos por 1 monitor. Si hay servicio de alimentación, se evitará el autoservicio, se ofrecerá un menú cerrado y, si se puede, habrá turnos para comer. No se recomienda el uso de guantes y las mascarillas higiénicas, en mayores de seis años, sólo son obligatorias cuando no se pueda garantizar la distancia de dos metros.