JOSÉ CHULVI/ Motivos para celebrar 40 años de Ayuntamientos democráticos
Los aniversarios de los niños miran siempre hacia adelante. Son sumatorios, optimistas, acumulativos. Son crecimiento. Los aniversarios de nuestros abuelos miran hacia atrás. Son nostálgios, reflexivos, serenos. Son un resumen que se prolonga en el tiempo.
Pero entre medias, en la madurez, los aniversarios miran hacia adelante y hacia atrás. Tenemos suficiente recorrido como para revisarlo con orgullo y suficiente vida como para proyectarnos hacia todos los futuros posibles. Estamos vivos entre dos tiempos, y eso es apasionante.
Hoy se cumplen 40 años de Ayuntamientos democráticos. Cuatro décadas en las que el poder ha cambiado, lentamente, de la verticalidad del blanco y negro a una concepción horizontal, de vecinos y vecinas iguales, de puertas abiertas, de cambiar imposición por acuerdos y el egoísmo por el bien común.
El avance es extraordinario pero ni ha sido fácil ni está completado. Juntos, hemos mejorado este país, aunque haya habido sombras que no podemos olvidar: algunos errores y algunas desviaciones que no invalidan la obra en su conjunto, pero que nos obligan a no darnos aún por satisfechos. En esta nueva fase de madurez democrática todavía queda margen de mejora.
Los Ayuntamientos, además, han sido la Institución más próxima a la ciudadanía y los primeros responsables de nuestras condiciones de vida cotidiana. Lejos del ruido de los grandes titulares, ha sido en los consistorios locales donde las personas han encontrado respuesta a sus necesidades más inmediatas: la luz de nuestra calle, una ayuda para alguien necesitado, una urgencia que no podía esperar al lunes, un modelo de pueblo habitable en el que todos tuviésemos cabida y en el que la diversidad y la libertad fueran siempre un valor libre de recelos.
En Xàbia, donde tengo el honor de ser alcalde, estos cuarenta años han visto pasar a decenas de hombres y mujeres al servicio de su pueblo. Bajo siglas e ideologías difentes, con proyectos a veces antagónicos, pero con siempre con algo en común que debemos valorar: el deseo de hacer prosperar a la colectividad y el profundo respeto por lo que representa la Institución local. Enrique Bas, Juan Moragues, Jaime Sapena y Eduardo Monfort, son personas a las que debemos -igual que a sus equipos- los avances de este tiempo y el hecho de que Xàbia sea una comunidad armónica y que reconoce y respeta sus raíces. Como se lo debemos a los cientos de funcionarios y funcionarias que han dado lo mejor de sí mismos para que el Ayuntamiento funcionase. Desde los vacilantes pasos del principio (donde todo era nuevo, estimulante e incierto) a la consolidación que conocemos hoy (donde nuestros problemas son de otra índole). Para mí haber tenido la confianza de mis vecinos y vecinas para formar parte de esta historia de esfuerzo es algo extraordinario y que agradeceré siempre. Y tampoco puedo olvidar ahora a las personas que me acompañan desde 2011 y que han hecho posible cada éxito. Un grupo de bona gent entregada, generosa y de fiar. Un equipo.
A veces cuarenta años parecen la vida entera. Una eternidad que no puede ser puesta en riesgo ni se va a alterar nunca. Sólida y atemporal como el Montgó. Pero la historia nos enseña que no es así. Que los avances cuestan mucho de conseguir, pero se pueden esfumar de un plumazo. Por eso hoy, cuando arrecian los populismos de nuevo cuño (pero son tan viejos), es necesario hacerse fuerte en nuestras convicciones democráticas. Por eso hoy hemos de defender con fuerza cada paso dado hasta aquí en materia de derechos y libertades y hemos de establecer un gran pacto, más allá de las siglas, para cerrar las puertas a cualquier vuelta al pasado. Sobre todo si eso implica regresar a una tristeza que ya habíamos superado.
Al contrario, queridos amigos y amigas, los aniversarios son para celebrarlos. Y nosotros tenemos todos los motivos para hacerlo con alegría, llenos de convicción, rodeados de nuestra gente, y sobre todo, en el pueblo que queremos. En un lugar que hoy es un ejemplo de buen hacer y buenas noticias en la Comunitat Valenciana.
Como alcalde de Xàbia, os deseo un feliz aniversario de Auyuntamientos democráticos.
(*) Alcalde de Xàbia.