La Caminada pel Seguili se reivindica como apuesta medioambiental de Benidoleig

La riqueza paisajística y botánica de la montaña de Benidoleig como recurso turístico ha quedado contrastada con la VI edición de la Caminata por el Seguili, organizada por el Ayuntamiento.

Decenas de personas procedentes de toda la Marina Alta y de comarcas vecinas  apoyado una iniciativa que surgió en su momento con la habilitación del sendero PR-CV45 con un taller de empleo y su conservación mediante la gestión de diferentes ayudas del Labora por parte del Ayuntamiento de Benidoleig como apuesta por poner en valor el legado medioambiental y antropológico de lugares emblemáticos del término municipal como la Fonteta del Marqués, la senda de Les Voltes, el barranco de la Buscana, la masía conocida como Cal Durà, el pinar del Raspa, el horno de cal del Badall del Gat o el Clot de la arena.

Según apunta el alcalde, Pedro Antonio Seguí, la mayoría de estos parajes resultaban desconocidos por las generaciones más jóvenes, lo que las ha motivado a adentrarse en el fuera marco vital de sus antepasados, y las sensaciones visuales y olfativas que genera la naturaleza en primavera. Con ello, remarca que los más mayores del pueblo tenían en la montaña el principal escenario de las diferentes vertientes de la vida de antaño, ya fuera desde el punto de vista de la agricultura de secano, como del esparcimiento con la práctica de la caza y la colombicultura, o de la energía como era la utilización de la leña para la cerámica o para obtener a través de los hornos aquella cal que, hasta los años sesenta del pasado siglo, era un producto multiusos, tanto para en la construcción como para la decoración o la sanidad.

De esta última práctica, los participantes han tenido la oportunidad de ilustrarse con la señalización del rehabilitado horno de cal del Badall del Gat donde se habilitó un mirador que supone una parada obligatoria para contemplar desde el valle del Girona, en las vecinas comarcas de la Safor y la Ribera por encima de Segària, o incluso en días claros hasta aquellas Islas Baleares, desde donde se repoblaron las comarcas valencianas y nos exportaron el arte de la piedra en seco que ha sido presente en buena parte lun recorrido. Trayecto que, en deferencia hacia los participantes de fuera, los locales han completado con un paseo por el casco histórico que les ha llevado por la entrada sur del casco urbano por el barrio de la Comuna hacia la Penya, la antigua Casa Senyoria, el carrer de Baix que todavía conserva algunas fachadas de cal y mortero del S.XVIII y ese balcón hacia la Rectoría que supone el mirador de la Costereta.

Unos y otros han repuesto fuerzas en la paella que la organización ha dispuesto en la plaza de la Diputación, que ha tenido una sobremesa musical amenizada por el conjunto Loli Pop que ha permitido conjugar la práctica medioambiental con el esparcimiento.