La visita a la nueva biblioteca Carmen Alemany Bay deviene en un homenaje institucional de Pego a su figura
Las obras de la nueva biblioteca de Pego que lleva el nombre de la filóloga pegolina Carmen Alemany Bay han recibido la visita de ésta transformada en un homenaje institucional a su figura por parte de los responsables del Ayuntamiento. En esa dinámica, pese a no estar la instalación todavía equipada, le han hecho a la protagonista cortar una cinta simbólica antes de abrir junto al alcalde, Enrique Moll y los concejales, la comitiva de cerca de doscientas personas que ha congregado el acto por las dos plantas de quinientos metros cada una que han quedado habilitadas en la restauración funcional del colegio más antiguo de Pego inaugurado en 1931. De éstas, según han informado los técnicos, la baja dispone de una sala diáfana como salón actos para albergar diferentes eventos culturales, mientras que la primera prevé ubicar las instalaciones de la biblioteca.
Todo ello, según han precisado, hizo que el proyecto ejecutado haya rehecho la estructura preexistente, la sustitución de la cubierta de fibrocemento por un tejado con revestimiento aislante de temperatura y sonido, y la habilitación de un sótano para la maquinaria . Aparte, han señalado que dentro de los parámetros de mantener la esencia de este edificio inaugurado en 1931 por parte del Ayuntamiento, la Generalitat y la Diputación, se ha procedido a la restauración del suelo hidráulico con el desmontaje, limpieza y reacoplamiento de cada una de las piezas.
Precisamente esta premisa de recuperar el espíritu de la antigua escuela Cervantes ha sido invocado por la concejala de Cultura, Laura Castellá, como justificación de la necesidad de “devolverle la vida a un edificio” donde se han formado educativamente muchas generaciones de pegolinos. En esto, apeló a este componente sentimental para compatibilizarlo con el uso futuro como lugar de estudio con la consiguiente adaptación a las necesidades que pide la sociedad de hoy.
En cuanto a la nominación de remodelado espacio por la que el equipo de gobierno dispuso del correspondiente proceso participativo se ha congratular de que hubiera recaído en Carmen Alemany por el hecho de que permite visibilizar a una mujer como amante de los libros y de la literatura. “Nos hacía especial ilusión que un homenaje como éste tuviera lugar en vida y que pudiera disfrutarlo porque no suele ser así por la mala costumbre de tributar los reconocimientos a las personas que ya no están en nosotros”.
Por su parte la homenajeada ha hecho pública su consideración respecto a que “siempre que se inaugura una biblioteca se abra un espacio por la libertad porque con las letras comienza el entendimiento por el hecho de que ellas nos conducen a los lugares más recónditos del mundo” .
Alemany ha citado al escritor argentino Jorge Luís Borges que imaginó el paraíso como una biblioteca para advertir que “me complace que este espacio lleve el menú nombre, hispanista ha advertido en su parlamento de que “lo importante no es el nombre , sino el contenido para que niños y niñas descubran tal y como lo hice yo el aliento de las letras y la libertad que da el saber”.
Asimismo, ha rememorado la primitiva agencia de lectura pegolina que en los años de infancia consideró como su segunda casa para afirmar que “he tenido la suerte de visitar cientos de bibliotecas pero siempre que entre en un recuerdo ese olor tan característico de la de mi pueblo que me lleva a invocar a esa niña que con un libro con las manos se adentraba en la magnitud del mundo”. Este extremo lo ha puesto en relación en los momentos pasados en el antiguo centro educativo que, a partir de ahora, albergará esta nueva infraestructura cultural para subrayar con tono de añoranza que “aquí realicé algún curso de primaria, corrí por sus corredores, reí, lloré y también leí”
Por último, la hispanista ha tenido palabras de agradecimiento para los profesores, compañeros amigos y familia -presente con su madre en el frente- por haber facilitado hacer de los libros su profesión y forjarse como mujer. A todos ellos, y a las autoridades presentes, ha dedicado los versos del poeta uruguayo, Mario Benedetti: “Quiero quedarme en medio de los libros/ en esto he aprendido a dar mis pasos/a conocer con mañas y soplidos vitales/ a comprender lo que crearon otros”.