Malestar de los usuarios de la sede de los pensionistas de Pedreguer por la descuidada imagen del centro

Los usuarios de la sede de personas jubiladas de Pedreguer, en el centro Josep Comes y Martí, han expresado su malestar por el aspecto descuidado que presentan las instalaciones. La situación arranca hace dos meses y medio, cuando el arrendatario que se encargaba de explotar la cafetería decidió abandonar el servicio. La impresión que deja la sede, al menos en el espacio de la terraza, es que está tal y como se lo dejaron, sin que le hayan dado ni siquiera una pasada de escoba. Las sillas y mesas amontonadas y llenándose de polvo, las plantas secas colgando de la pared y la pintura que se desprende de los pilares. Ni siquiera hay servicio de conserjería, y el local permanece prácticamente cerrado. Solo unos pocos jubilados hacen uso de la sede, pero son ellos mismo quién tienen que abrir y cerrar el centro. Si quieren beber agua, se lo tienen que llevar de casa. Algunos de ellos echan a faltar la anterior sede, donde aseguran que se encontraban más a gusto para poder hacer su partideta de dominó, sin que los faltara de nada. 
    Buena parte de la solución rae en el nuevo proceso que ha abierto el Ayuntamiento para la concesión del servicio de explotación de la cafetería, para sustituir el anterior arrendatario. El plazo para presentar solicitudes está abierto hasta el 2 de mayo. Mientras tanto, a los usuarios los queda unas cuántas semanas más de tener que aguantar en un espacio cada vez menos hospitalario.