ÁNGEL SERRANO ZURITA (*)/ Casado contra solteros
Es llamativo el constante recurso a la polarización social que lleva a cabo el Partido Popular cuando el PSOE llega al poder. Ya ocurrió en años de Zapatero y vuelve a suceder. Asistimos a un giro hacia una derecha aún más rancia, si cabe, en un viraje simultáneo hacia el más puro reaccionarismo, tradicionalismo, conservadurismo y liberalismo mal entendido.
La estrategia es clara: volver a aglutinar en el seno de su fuerza a la derecha, frente al auge de Ciudadanos y la aparición, ya no tan tímida, de partidos de extrema derecha como VOX. Es, por ello, que vimos al nuevo PPresidente, Pablo Casado, dando carnaza y de la buena a toda esta gentuza con un discurso ya casi extinto en la derecha española o, por qué no decirlo, escondido hasta nueva orden. Y esa orden ha llegado.
Frente a la diversa realidad actual, en la que conviven matrimonios homosexuales, familias uniparentales, parejas sin hijos e, incluso, ancianos en comunidad, sin ningún tipo de oposición social; el odio hacia las particularidades y una supuesta lucha por la homogeneización, mediante la imposición de un modelo de familia tradicional y cristiana. El resultado que persiguen es el retorno a aquellos 40 años de nuestra historia que tanto anhelan -pero que tanto se empeñan en borrar y desdibujar- dilapidar el avance y el progreso obtenido desde entonces del mapa en esa España que tanto dicen querer y emprender un camino que no haría más que agravar el problema territorial al que nos enfrentamos en nuestros días.
Es paradójico que en los tiempos en que el Valle de los Caídos pierde como inquilino al putrefacto dictador que honra, Franco resucita encarnado en programa de gobierno de un viejoven que sueña con ser presidente.
(*) Periodista.