Pescar a contracorriente y con mar de fondo
La Unión Europa exige una reducción del 40% de los días laborales en un plazo de cinco años
Las barcas no salieron ayer a faenar como señal de protesta por la “ruina” del sector
El futuro del sector pesquero está en el aire. El Plan Plurianual del Mediterráneo, impulsado por la Unión Europa, ha puesto en jaque a la flota de arrastre y artes menores porque contempla una reducción del 40% de los días laborables en un plazo de cinco años. Es decir, el futuro se ve a corto plazo, en el 2025. Y todo porque desde Bruselas consideran que el estado de los recursos pesqueros demersales en el mar Mediterráneo se encuentra en una situación precaria, estando la mayoría de los mismos clasificados como sobreexplotados. El clamor entre patrones y marineros es unánime y anuncian la ruina y el cierre del sector si no cambian los criterios fijados en el Plan.
Y no es broma. Representantes de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores se han desplazado hasta la capital europea y tenían previsto ayer intervenir en el parlamento para defender el sector y alertar de la situación agónica por la que pasa. Las barcas no salieron ayer a faenar en una jornada de huelga con la que quieren mostrar su malestar y presionar para que se cambie el Plan Plurianual del Mediterráneo 2020-2025. El objetivo es reducir hasta un 40% los días de actividad pesquera porque hay una sobreexplotación de especies como la merluza, la cigala, el rape, la gamba roja o el salmonete, por ejemplo. Cada barca tendrá marcada su productividad –año a año- según la media de salidas al mar en los últimos tres años. En Calp ya se ha perdido un 15% de días laborales entre el año pasado y el 2021 y la media está en 166 días. Antes de la entrada en vigor de la normativa europea estaba en 210 días al año.
Esta reducción ha provocado la necesidad de aplicar dos paros biológicos, y no uno como antes. Las barcas se quedaron en puerto cinco semanas a principios de año y habrá una segunda tanda de cuatro semanas más en septiembre. Para cumplir con la programación asignada a cada embarcación se tienen en cuenta también los días de temporal y los festivos. El secretario de la Cofradía de Pescadores de Calp, Santos Pastor, considera que “las ayudas y los mecanismos de compensación no serán suficientes para contrarrestar el impacto socioeconómico que supone ya esta reducción progresiva del número de días que se puede salir a trabajar”. Si no hay cambios, en el 2025 habrá barcas que solo podrán faenar 130 días al año y esto “augura un futuro tenebroso”, en palabras de Pastor.
Estas medidas fijadas a tan corto plazo no ayudan, para nada, a la incorporación de jóvenes al sector que garanticen el relevo generacional. “Estamos hablando”, insiste Pastor, “de un sector con una población envejecida y todo esto no motiva a los jóvenes porque saben que no tienen futuro”. Al plan de reducción de los días laborales se une también la veda espacio-temporal que prohíbe faenar en una amplia zona de la franja litoral, del 1 de mayo al 30 de septiembre, porque está catalogada como área de reproducción de especies.
CLAMOR UNÁNIME EN DÉNIA Y CALP
Juan Antonio Sepulcre, presidente de la Cofradía de Pescadores de Dénia, considera que la reducción de días es “injusta “porque la Unión Europea ha utilizado la media de días laborables en los últimos tres años pero sin tener en cuenta que ha habido muchos casos de averías y días de temporal”. “Esto es una barbaridad”, añade, “porque las reducciones se han aplicado de una manera drástica”. Y lo que está por venir, según el patrón mayor, porque ya se exigen más medidas técnicas, más vedas y más terrenos acotados en los que no se podrá faenar.
A día de hoy, la flota de Dénia está entre los 160 y 190 días laborables pero el año que viene se pasará a 140 días. Para Sepulcre, “estos números son totalmente inviables y todos somos conscientes de ello”. Por eso, el presidente afirma que “lo que quieren es que dejemos de pescar y lo que hacen es enmascarar las cosas”. “Lo que haría falta es reconvertir el sector”, apunta, “pero van por otro camino. Es más de lo mismo y la pesca, de nuevo, es moneda de cambio”.
Jesús Pineda, patrón de una barca en Calp, opina que “vamos a la ruina del sector, de cabeza, porque esto no es soportable, de ninguna forma, ni con las ayudas que puedan dar”. “No sabemos por qué nos obligan a esto”, continua, “y hablan de sobreexplotación cuando no es cierto. Las medidas son totalmente perjudiciales para todos y cada uno de los barcos de la flota”. Su compañero Pedro Crespo asegura que “trabajamos de 5 a 17 horas para sacarnos el jornal. Esta reducción supone mucha más presión para nosotros y es insoportable”.
Entre los marineros hay también mucha incertidumbre y pesar. José Fernández indica que “somos trabajadores y queremos ganar nuestro jornal para mantener a la familia”. Y José Perez Fustero sostiene que “si nos obligan a parar, ¿de qué vamos a vivir?”.
Lo dicho. Toca salir a pescar –con los días marcados en el calendario- a contracorriente y con mar de fondo.