Preocupación por el goteo de cierres en el comercio y la hostelería de Dénia

Pese a los esfuerzos que han hecho para mantener a flote sus negocios, muchos comerciantes y hosteleros del casco urbano han optado por el cese de sus actividades. Son las consecuencias económicas de la pandemia, que está dejando un constante goteo de locales que han colgado el cartel de “liquidación por cierre”. Este fenómeno se está produciendo tanto en el centro como en otras áreas comerciales que en años anteriores resultaban rentables, como el Passeig del Saladar.

            Aunque no hay datos oficiales, este periódico ha contabilizado más de quince establecimientos que han cerrado en las últimas semanas o lo van a hacer en breve. Esta oleada de cierre de locales ha producido preocupación general porque supone un golpe al tejido económico tradicional. Algunos de sus propietarios se quejan de que, tras los meses de confinamiento en que no pudieron abrir sus puertas, no han podido recuperarse de las pérdidas que arrastran y que no hay suficiente clientela para mantener a flote los negocios. Y tampoco han podido dar salida a sus stocks, a pesar de las atractivas ofertas, como es el caso de Calima, una tienda de artículos de regalo con más de dos décadas de actividad o El mercadillo del Saladar, que tienen previsto cerrar en breve.

            Ni siquiera Marqués de Campo, la calle más apetecible comercialmente, se ha librado de los cierres de locales. Tres bares han cerrado desde que se inició la desaparición de una conocida franquicia de ropa infantil.